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La Fundació Pilar i Joan Miró acoge hasta el próximo 24 de agosto el curso «Grabado no tóxico» que imparte Henrik Boegh, al que asisten un total de quince alumnos.

Grabador y director del taller Graphisk Experimentarium de Copenhague, Boegh ha revolucionado el arte en países como Dinamarca, Noruega o Alemania siendo pionero en el desarrollo del grabado no contaminante ni nocivo para la salud junto a los artistas Keith Howard y Friedhard Keikeben. Según explicó, utiliza «materiales que no son dañinos ni para el organismo ni para el medio ambiente», obteniendo las obras «idéntica calidad» a un precio «más barato».

Su interés por el grabado no tóxico se remonta a hace diez años, cuando empezó a trabajar con «materiales mejores para la salud y para el medio ambiente» en el taller Graphisk Experimentarium de Copenhague, que él mismo dirige. El hecho de que los grabadores trabajaran «en un ambiente muy malo» y estuvieran expuestos a los efectos de elementos tóxicos como disolventes, aceites o ácidos, le llevó a idear esta técnica, que no requiere sistemas de ventilación y que sustituye los materiales tradicionales por otros como barnices acrílicos, sosa o detergente.

Para llegar a España «la barrera de los tecnicismos ingleses necesitaba ser solventada», una circunstancia que se ha superado con la reciente edición de su libro en castellano, «Manual de grabado no tóxico».

Boegh reconoció que ha habido alguna reacción «escéptica» al nuevo sistema, ya que los grabadores profesionales están demasiado cerrados a cosas nuevas. «El taller de la Fundació Pilar i Joan Miró puede abrir puertas» a la difusión del grabado no tóxico en el país, según afirmó el grabador danés.