El próximo viernes, a partir de las 21.00 horas, la Sala Magna
del Pueblo Español de Palma acogerá el Baile de Gala Fin de Verano
que organiza la Asociación Austríaca de Amigos de Mallorca,
presidida por Josef G. Egger. La velada, a beneficio del Proyecto
Hombre y los Amics de la Infància, contará con una cena muy
especial, «un baile inspirado en el que la ópera vienesa realiza»,
centrado en el vals y el jazz más ligero.
-¿En qué consistirá la velada?
-El comité del baile abrirá con la «Polonesa de los abanicos» de
Carl Michael Ziehrer y la «Annenpolka» de Strauss. Tras los
discursos protocolarios, los bailarines del Ballet de la Ópera
Estatal de Viena interpretarán el «Vals del Danubio». La cena es
también una combinación de lo mejor de la gastronomía mallorquina y
austríaca, conjunción de fuerzas de los profesores y alumnos de la
Escuela de Hostelería de las Islas Baleares y la HLF Krems
austríaca.
-Asimismo, los asistentes podrán participar de un baile como el
que realiza la Ópera de Viena para Año Nuevo
-Así es. Desde que llegué a Mallorca, hace más de veinte años,
me di cuenta que a las mujeres de la isla les gustaba bailar y lo
hacían bastante bien, aunque no tenían muchas ocasiones. Después de
la cena, que se prolongará unas dos horas, el director Peter Guth
dirigirá la Orquesta Johann Strauss con una selección de vals.
Después llegarán los ritmos más modernos del cuarteto de Martin
Breinschmid, con un jazz clásico basado a los «evergreens».
-Además habrá un gran abanico de grandes artistas, ¿no?
-Sí, también participarán un gran número de los músicos de la
Orquestra Simfònica de Balears, diez bailarinas del Conservatori
Professional de Música i Danza de Palma, los barítonos Kurt Rydl y
Peter Edelmann, la soprano Marcela Cerno y los bailarines solistas
Eva Petters y Christian Musil.
-De este modo también habrá comunión artística entre Mallorca y
Austria.
-Claro. Las bailarinas del Conservatori de Palma, que lo hacen
muy bien, bailarán una polka vestidas con los trajes típicos que
nos ha proporcionado el Ayuntamiento de Viena. Personalmente, a mí
me hubiese gustado conseguir diez parejas de bailarines, sin
embargo no hemos encontrado hombres que pudieran acompañar a las
chicas.
-¿Con qué ayudas han contado para esta
noche?
-La idea surge de la asociación que presido, pero sin las ayudas
del Govern, la ciudad de Viena, Cort, el consulado austríaco en
Palma y el Grup Serra sería imposible conjugar un nivel tan alto
como éste.
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