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El Auditòrium se llenó ayer de público para rendir homenaje al violinista Bernat Pomar, compositor y pedagogo que ha formado a generaciones de niños en la enseñanza del violín. La Orquestra Simfònica de Balears y el violinista de 15 años Francisco Gabriel Garcia Fullana fueron los encargados de poner música al acto con un concierto que dirigió Philippe Bender. Un emocionado Bernat Pomar subió al escenario para recibir el aplauso de los presentes y un pequeño regalo, un poster del concierto enmarcado y firmado por los músicos de la Simfònica, Bender y el Garcia Fullana. Antes, uno de los promotores del acto, Wolfgang F. Weymann, explicó el porqué del acto, que coincidió con el día de la Festividad Nacional Alemana.

Weymann señaló ayer en un comunicado que el concierto tuvo, además, un carácter benéfico y que la recaudación irá destinada a al centro de acogida de menores C.A.T. Can Valero de Palma, «una casa de acogida para niños y adolescentes de entornos conflictivos». De cada entrada vendida «se destinarán cinco euros como donación en forma de medios metariales». También apuntó que «la parte musical del concierto correrá a cargo de mallorquines, y la organización se llevó por parte alemana y en su totalidad, el acto aportará un nuevo ejemplo para la amistad y la colaboración alemana-mallorquina». Además de Weymann, en la organización figuraron el Lions Club Palma de Mallorca y los empresarios Profi-Konzept Minkner & Parner de Santa Ponça.

El concierto se inició con una «Obertura» de Wagner, que interpretaron solamente los músicos de la Simfònica, para pasar al «Concierto nº 1» de Nicoló Paganini, momento en que hizo su aparición sobre el escenario Francisco Garcia Fullana, un joven con un futuro muy prometedor que fue alumno de Bernat Pomar. La «Sinfonía nº 5» de Beethoven dio paso a la interpretación de varias composiciones de Pomar en las que el joven violinista también actuó como solista. Fueron «Aquarius», una pieza romántica, y «Copeo de Muntaya», una danza mallorquina.