Después de unos meses de polémica entre los vecinos y de
críticas de la oposición local a la primera plaza de diseño de sa
Pobla, el conseller de Medi Ambient, Jaume Font; el conseller de
Turisme, Joan Flaquer; el alcalde de sa Pobla, Antoni Serra; y los
creadores de este espacio, el escultor alemán Nils Burwitz y el
arquitecto Antoni Pons, inauguraron ayer la plaza de la
Concòrdia.
Los creadores del espacio quisieron explicar el concepto de esta
obra que ha financiado con 377.561 euros la Conselleria de Turisme.
«Jaume Font me encargó unas esculturas para una rotonda. Soy un
refugiado de la Segunda Guerra Mundial y quise representar en una
secuencia lo que fue la caída del Muro de Berlín. El conjunto
representa a un niño que rompe una pared y une sus manos con las de
otra persona. Lo que quiero decir con todo esto es que cualquier
muro es temporal», explicó Burwitz.
El arquitecto Antoni Pons ha sido el encargado de armonizar el
conjunto escultórico con el espacio público. «Tras ver las
esculturas decidí hacer una trama diagonal en la plaza con un corte
muy pronunciado que se refleja en el pavimento que utilizo y que
representa una rotura clara, un corte que, como un muro, rompe el
fluir normal de las cosas. Las placas de hormigón se levantan como
si se tratara de placas tectónicas que reaccionan a este corte
violento», dijo Pons, que calificó el espacio como «una escultura
dentro de otra escultura».
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