El periodista Pere Cabrer Parera, conocido como «Cinéfilo» y
«Centauro» por sus críticas de cine y sus crónicas de hípica,
muerto ayer en Palma a los 84 años. Durante muchos años trabajó en
el «Baleares» hasta que se jubiló.
Cabrer, que también era profesor de primaria, empezó su carrera
en los medios de comunicación en 1947 en la revista «Cort» y a
«Hoja del Lunes», trabajo que después continuaría en el «Baleares»
hasta 1983. Hombre de carácter afable, se distinguía por buscar
siempre el lado positivo. Si escribía la crítica de una película
mediocre el lector lo comprendía entre líneas. Nunca quiso
menospreciar a nadie ni adoptaba tonos de superioridad ante la obra
de los demás. Desde el respeto, siempre había aspectos que salvar.
Pero eso no le impedía dar una idea precisa del film para que el
lector supiera exactamente qué iba a ver.
De formación humanista, como profesor ejerció casi toda su vida
en la escuela-hospicio de Nazaret, donde realizaba tareas de
integración de niños procedentes de familias con problemas.
Aparte de la hípica (había nacido en Manacor) y del cine, Pere
Cabrer tenía dos pasiones: viajar y leer a Julio Verne. Durante
décadas visitó numerosos países de los cinco continentes, que dejó
grabados en infinidad de cintas de vídeo y fotografías. Pasados los
ochenta, alcanzó su gran sueño: dar la vuelta completa y de corrido
al mundo. Phileas Fogg, el personaje de Verne, lo hizo en ochenta
días. Él necesitó cuatro meses. La paciencia era su gran
virtud.
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