Emilio Manzano, Gabriel Janer Manila y Jaume Subirana, tras su breve encuentro de ayer.Foto: SEBASTIÀ AMENGUAL

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MARIANA DÍAZ

El periodista mallorquín Emilio Manzano, nuevo director del Institut Ramon Llull de Catalunya (IRL), visitó ayer a mediodía «informalmente» a Gabriel Janer Manila, director del Institut d'Estudis Baleàrics (IEB), en la recien estrenada sede de la entidad balear de la calle Pelaires de Palma.

Manzano, que será ratificado oficialmente en su cargo el próximo viernes durante la reunión del patronato del IRL, aseguró que no podía hacer declaraciones precisamente hasta que se cumpla el formalismo antes citado, «porque tampoco las hice a vuestros compañeros de Catalunya», aunque sí dio muestras de sentirse contento ante los nuevos restos profesionales que le esperan, para los que aseguró que no le habían elegido «por mis ideas políticas, sino por mi capacidad profesional».

Nombrado director del Institut Ramon Llull poco antes de que Catalina Mieras, otra mallorquina con cargo entonces en la Generalitat, fuera cesada como consellera de Cultura, Manzano apuntó que ayer visitó a Janer Manila «porque tengo confianza con Biel, del que fui alumno en el instituto, precisamente en el Ramon Llull de Palma, y he aprovechado que estoy pasando unos días en Mallorca». Manzano estuvo acompañado por Jaume Subirana, presidente de la Institució de les Lletres Catalanes, quien confirmó las «buenas relaciones» de la misma con el IEB, el convenio de colaboración que existe entre ambas instituciones y que «contactos los tenemos normalmente».

Manzano declinó adelantar nada nuevo sobre el programa de la próxima Feria del Libro de Francfort de 2007, en la que la cultura catalana es la invitada de honor, pero reiteró su convencimiento de que todo saldrá bien. «Nunca he visto a un catalán hacer el ridículo en el extranjero», dijo, y apuntó que si en algunos sectores existe cierto pesimismo sobre los resultados «se trata del síndrome culé» ya que, como añadió Subirana, en cuanto a la relación de Catalunya con la organización de la feria «vamos muy por delante de lo que sucede con otros invitados» y «les mandamos tanta información que nos dicen que vayamos tranquilos».

En cuanto a la presencia en Francfort de escritores catalanes que escriben en castellano, Manzano recordó que se trata de «una feria de editores y ellos enviarán a quien crean conveniente». Además, puntualizó que «la invitada es la cultura catalana, no la literatura». Tanto Manzano, como Subirana y Manila señalaron que «hay que demostrar que es una cultura unida».

Tras los cambios ocurridos en la Generalitat, con el cese de Mieras y el nombramiento de Ferran Mascarell como nuevo conseller de Cultura, los tres piensan que, tras el primer contacto telefónico entre Francesc Fiol, conseller de Cultura del Govern, y Mascarell, deberán darse contactos políticos «de alto nivel».

Por otra parte, según noticias de agencia, Mascarell no descartó «a medio o largo plazo» abrir delegaciones del IRL en el extranjero y para la proyección de la cultura catalana en el exterior ha pedido a Manzano un programa a cinco o diez años vista en el que se tiene que «poner de acuerdo» una lógica de presencia en grandes acontecimientos y otra basada en elementos estructurales como los circuitos de danza, la distribución del cine o el sector del libro. De cara a Frankfurt, apostó por la figura de un comisario y aseguró que en la medida de lo posible y si lo quieren, otras comunidades de habla catalana tendrán presencia en Frankfurt.