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MARIA LOSHUERTOS

Paralelamente, el piano de madera que perteneció a Teresa Gelabert, esposa del escritor y que ahora es propiedad del Consell, se trasladará hasta la Capilla del Centre de Cultura La Misericòrdia de Palma, donde permanecerá hasta que finalice la rehabilitación.

La Casa Museu Llorenç Villalonga de Binissalem cerró ayer sus puertas para dar paso a la rehabilitación «integral» del edificio, después de que el patronato de la institución aprobara su cierre, recomendado previamente por la arquitecta Neus García Iniesta, encargada, a su vez, de la supervisión de las tareas de rehabilitación.

Las obras, para las que se destinará un presupuesto de más de un millón de euros, servirán para hacer de nuevo el primer piso del edificio. También se restaurarán la cocina y el baño originales y se eliminarán las humedades que han aparecido en la casa durante estos últimos años. Está previsto, además, que se soterren todos los cables eléctricos, por lo que tendrá que levantarse el pavimento original, aunque después volverá a su lugar. También se reubicará el ascensor para que pueda llegar hasta el segundo piso.

En cuanto a la exposición, que se ha desmontado completamente, «no se reubicará en otro espacio, si no que permanecerá durante los diez meses que duren las obras en uno de los almacenes propiedad del Consell de Mallorca», explicó Gemma Pasqual, directora gerente del museo.

Será precisamente en este «espacio temporal» donde se programarán ahora los conciertos que organice la Fundació Llorenç Villalonga. «La actividad de la Fundació continuará igual que siempre pero en otros lugares, como la Parroquia de Binissalem o los locales del Ajuntament del municipio», aclaró Pascual, después de indicar que las oficinas de la institución se ubicarán ahora en el La Misericòrdia, donde se mantendrá el mismo teléfono y fax que siempre.

Para acabar, Pascual adelantó que al acabar las obras, «hacia finales de marzo o principios de abril del año que viene» se hará una gran fiesta de inauguración.