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EFE|PALMA

El jurado que concedió ayer el Premio Príncipe de Asturias de las Artes a Pedro Almodóvar considera que el galardón reconoce al director como un cineasta clásico, y compensa los agravios que ha sufrido en algunas ocasiones en España. Almodóvar, que ayer volaba al festival de Cannes donde el viernes concursa con «Volver», comentó que el premio ha sido «una sorpresa maravillosa», aunque le da «un poco de miedo, porque ahora me pregunto si estaré a la altura en el futuro».

«Es el galardón de mayor dimensión que me han otorgado», dijo, para apuntar: «Compensa todos los vacíos y tapa todos los agujeros, si es que hubiera alguno, respecto a los premios nacionales». Su candidatura contó con el apoyo de maestros del cine como Martin Scorsese, Bernardo Bertolucci o Roberto Benigni; actores como Laurence Bacall o Emma Thomson y escritores como José Saramago o Paul Auster.

El presidente del jurado, el ex ministro José Lladó, señaló que «el fenómeno de la España de hoy» que representa Almodóvar «merecía este reconocimiento». Mientras el cineasta José Luis Garci -miembro del juradocalificó al realizador como «uno de los maestros incontestables de la historia del cine español». «Es una especie de Andy Warhol que le cambia rostro a nuestra cinematografía y la llena de color».