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M.D.

Los arqueólogos podrán entrar a trabajar en el Centre d'Arqueologia i Restauració de Son Rossinyol el próximo mes. Así lo anunció ayer Bartomeu Vicens, conseller de Territori del Consell de Mallorca, durante la presentación de la memoria de actividades que el departamento de Patrimoni Històric llevó a cabo en 2005. También señaló que antes de que finalice la legislatura se hará una exposición con los objetos del barco excavado en Cala Sant Vicenç.

Vicens dijo que las obras de adecuación del laboratorio de arqueología estaban a punto y dijo que en junio las mostrará a la sociedad mallorquina para que, inmediatamente después, entren los arqueólogos, algo que esperan desde que hace un año se presentó este centro en el que, de momento, sólo se han hecho cursos y restauración de tejidos. Son Rossinyol, que es una possessió que el Consell tiene alquilada, se restaura principalmente con dinero procedente del programa europeo Cultourets, que lidera Mallorca. En cuanto a la actividad de patrimonio en 2005, lo que más abunda son las declaraciones de Bien de Interés Cultural (BIC), 35, y de Bien Catalogado, 38, o que, en dicho año, una treintena de pueblos aún no habían comenzado su catálogo, situación que sólo se ha modificado «en dos o tres» que en 2006 ya lo han iniciado, según Joan Mas, director insular de Patrimoni Històric. Desde el primero de enero los Ajuntaments tienen dos años de plazo por ley para elaborar los catálogos de protección. El Consell les presta asesoría si la solicitan por lo que, hacerlos o no, es «cuestión de voluntad», según Vicens. En 2005 se iniciaron tres expedientes sancionadores por infracciones al patrimonio y hubo 31 denuncias. Las cuantías han aumentado.