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NURIA ABAD

Su nombre forma parte de la lista de cantantes y compositores que se convirtieron en iconos de la música negra en el siglo XX. Baladas como «Killing me softly with his song», «Where is the love», «My foolish heart» o «The first time ever I saw your face» han consagrado la voz de Roberta Flack, presente en la memoria colectiva de varias generaciones. El próximo 15 de julio protagonizará en el Gran Casino Mallorca una de las veladas de la tercera edición del Festival Jazz Voyeur.

-La música de los años setenta cambió el rumbo del pop y del soul. ¿Cuál es su visión como protagonista?
-Sucedió gracias a personas como Steve Wonder, Pearo Bryson, Aretha Frankling, The Beatles... No cabe duda de que la década de los setenta fue básica en la historia de la música porque canciones como «Killing me softly», «American Pie», «Let it be» o «Hey Jude», por ejemplo, marcaron irremediablemente toda una época y alcanzaron la inmortalidad.

-Inmortalidad de la que usted es partícipe. ¿Cómo se matiene la vigencia en el tiempo?
-Yo lo he conseguido porque la música es mi pasión. Yo adoro todo lo que la rodea. Disfruto con cada músico, con cada nueva entrevista, con todos los géneros musicales...

-Además, usted se ha distinguido por dedicar una buena parte de su carrera a causas benéficas. Actualmente, ¿se encuentra desarrollando algún proyecto?
-Estamos construyendo una escuela de música y danza, de acceso gratuito, para los niños de Harlem. Nuestro interés es llevar a cabo un desarrollo cultural en esta zona deprimida de Nueva York, donde los niños tienen acceso directo a las armas y las drogas.

-En julio dará inicio su segunda gira por España. ¿Qué recuerdos tiene de este país?
-Excitantes, me encanta España. Le dije a mi agente que hiciera lo posible por volver en esta ocasión, ya que el año pasado fue muy agradable. Hubo una gran comunicación con el público, que disfrutó con mis grandes éxitos.