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M.DÍAZ

El pintor Roca Fuster fue hallado muerto anteayer en su domicilio de Palma. Mañana sábado, a las 12.00, será incinerado y el funeral se celebrará el 4 de julio, día de su cumpleaños, según explicó su marchante, Encarna Alabao, quien apuntó que ayer aún no se había confirmado el lugar.

Nacido en Ciutat en 1942, estudió en la Escuela de Bellas Artes de Sant Jordi (Barcelona) y su formación artística, como recordaban ayer quienes le conocieron, era «muy sólida».

Influenciado por la figuración de maestros como Velázquez, Zurbarán el Greco, o la abstracción de Tàpies, como se escribe en la «Gran Enciclopedia de la Pintura i la Escultura» «confluirían en buena parte de su primera obra». Ésta, poco a poco, bebió de otros movimientos, como los prerrafaelitas que lideró Rossetti o los simbolistas de Puvis de Chaves, en telas oníricas, protagonizadas por la figura femenina sobre la que el crítico y responsable del área plástica de Cort, Joan Carles Gomis, dijo ayer que «más que un ideal de mujer, como decían algunos, pienso que para él representaba el ideal de belleza».

El pintor Ramon Canet no dudó en recordar ayer su «gran oficio». «Creo que sus mejores obras son las que realizó entre los setenta y mediados de los ochenta». Canet le describió «culturalmente muy inquieto y un gran melómano» y no se olvidó que tenía un público fiel, vendió muchos cuadros y fue dos veces portada de «La Vanguardia», cuando recibió un premio «importante» y cuando «pintó un 'Sant Jordi' para la Generalitat».

Su marchante explicó ayer que «se encontraba muy animado porque tenía varios proyectos de exposición en Mallorca y París». La última vez que mostró su obra en su tierra fue en la Capella de La Misericòrdia (Palma), en octubre de 2005.