La inauguración ayer noche en Deià de la casa-museo de Robert Graves, Ca n'Alluny, se convirtió en una gran fiesta social a la que prácticamente asistió todo el pueblo. El acto contó con la presencia del presidente Jaume Matas y su esposa Maite Areal, así como con la de Michael Douglas y Catherine Zeta-Jones como invitados de honor. También asistieron el conseller de Cultura, Francesc Fiol; los alcaldes de Sóller y Fornalutx, Carles Simarro y Joan Albertí; los hijos del escritor y sus familias, y el alcalde de Deià, Jaume Crespí, que preside la Fundación Robert Graves.
Unas doscientas personas asistieron en total a la esperada apertura de Can Graves (como se conoce la casa en el pueblo) que ha sido totalmente rehabilitada con la intención de conservar y divulgar el legado literario y cultural del escritor.
A partir de ahora, los visitantes podrán conocer como vivía Robert Graves cuando llegó a Deià en 1932 y, sobre todo, cuando se instaló definitivamente con toda su familia a partir de 1946. Su hijo mayor, Guillem Graves, miembro del Patronato y albacea del legado, ha sido quien ha coordinado todo el montaje. Éste aseguró: «Me trae grandes recuerdos ver la casa tal y como era cuando yo era uno niño». Recordó que su padre «vivió más tiempo y escribió más obra en Ca n'Alluny, de lo que lo hicieron en otros lugares los escritores ingleses que fijaron su residencia en el Mediterráneo».
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