«No me importó aparcar mi sueño para acompañar a Rosana en el suyo»

En el sueño nos volvemos poetas y convertimos en símbolos la realidad de lo que amamos. Esta evidencia es de ida y vuelta en la historia de Carlos Domenech, que ha hecho realidad sus sueños a través de la poesía que irradian sus canciones. Corista de Rosana desde hace diez años, el cantante mallorquín acaba de publicar bajo el sello de la cantautora canaria, Lunas Rotas, su primer trabajo discográfico, Como aire, un disco que presentará en la Isla a finales de año.

-Lo suyo era el teatro, pero en Madrid se topó con la música, ¿no es así?
-Más o menos. Me trasladé a Madrid para estudiar interpretación. Yo ya componía algunas canciones y buscaba con quien compartirlas. Un amigo me habló de una chica canaria que también componía, Rosana. Me puse en contacto con ella e hicimos muy buenas migas.

-¿Entonces llegó el boom de Lunas Rotas?
-Efectivamente. Rosana rompió con su primer disco y no me importó aparcar mi sueño para acompañarla en el suyo, que de alguna manera era el mío.

-Un sueño que dura ya diez años y continúa.
-He vivido la historia de la música desde abajo, la del que está al lado. Eso me ha enseñado en qué debo equivocarme y en qué no.

-¿Y qué hay de su paso por el Festival de Benidorm?
-Participé con un tema funky titulado «Ponte en pie», con letra de Rosana y música de Miguel Àngel Collado. Aunque no era un traje a medida, lo defendí a muerte y llegué a la final.

-Y, por fin, un disco.
-Sí. Hasta hace cuatro o cinco años no reuní el valor suficiente para coger la guitarra y ponerme a componer en serio. Tenía que sacar lo que llevaba dentro por alguna parte. Asimismo, también busqué canciones de gente que me llenaran a la hora de cantar porque una cosa tengo clara: canto lo que creo y creo lo que canto.

-Entonces, el proceso ha sido largo.
-No me compensaba hacer el disco de cualquier manera y a mí me sobra paciencia.

-Háblenos del resultado, titulado 'Como aire'.
-Es un disco sin pretensiones, sincero, lo que hay es lo que ves. He intentado que sea equilibrado en cuanto a baladas y medios tiempos. En cuanto a la temática, sus ejes son el amor y el desamor.

-Ahora que ya lo ha presentado en directo en numerosas plazas como telonero de Rosana, ¿cómo se siente?
-Realizado. Es un lujo ponerse delante del público, cantar tus temas y ver cómo la gente los digiere y sonríe con ellos.