A mediodía todo estaba a punto en la plaza de sa Bassa de Manacor. Un oxidado mercedes 240 acercaba al ritmo de Cuando calienta el so a los miembros de la familia Rodríguez. Centenares de personas esperaban expectantes. se había anunciado que el circo aterrizaría y la diversión estaba en el cartel.
La Fira de Teatre de Manacor salía a la calle por primera vez y lo hacía con un gran acierto, con un espectáculo para todos los públicos procedente de la compañía Hopla Circus de Bélgica y bajo el título de La familia Rodríguez. Un cóctel de magia, acrobacia y risas se apoderaba del centro de Manacor. Seis hermanos, cada uno en su papel, ofrecieron un número interesante con una báscula acrobática como eje central de su espectáculo.
El humor, graciosas coreografías, el arte o los triples saltos tuvieron paralizado, durante 45 minutos, el centro de Manacor. Los pequeños estaban boquiabiertos con las acrobacias, otros sufrían, pero todos coincidían en que era realmente impresionante.
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