El humor más intemporal de los Monty Phyton aterriza en el Auditòrium

El Auditorium de Palma acoge hasta pasado mañana el montaje cómico «Monty Python's Flying Circus», una obra basada en la serie de televisión que el grupo británico protagonizó en los años 70 y que ha sido adaptada para el público español por las compañías Imprebís e Yllana. Para ello, durante noventa minutos, se ofrecen veinte de los mejores sketches de estos célebres cómicos. El productor de la obra, Marcos Ottone, se refirió al espectáculo como un montaje de humor «intemporal, absurdo y surrealista» en el que se incluyen tres canciones que formaron parte de conocidas bandas sonoras de películas como «La vida de Brian».

El montaje es llevado a escena por Richard Collins Moore, Juan Cañas, Sergio Mur y Sandro Cordero y, en ella, cada uno de estos actores llega a interpretar hasta quince personajes. La gira llega a Mallorca precedida de gran éxito de público y con más de 550 funciones representadas. Para su buen desarrollo «la complicidad con el público es fundamental ya que lo pide el propio espectáculo» apuntó el actor Sergio Mur, quien recalcó que, aunque la gente de entre 17 y 20 años no conoce el trabajo de los cómicos ingleses «no hace falta ser fan de Monty Phyton para venir a ver el espectáculo».

En este sentido, Ottone afirmó que hay una nueva generación de jóvenes que está empezando a descubrir el trabajo de Monty Python gracias a las reediciones de sus trabajos y añadió que, para elegir los sketches a representar en la obra, se realizó una criba entre los más de 500 que el grupo británico cuenta en su haber. «Lo que se representa en el montaje es un humor atemporal, transgresor, que no tiene nada de caduco» sentenció Collins Moore, quien matizó que la obra cuenta con el visto bueno de los componentes originales del grupo, que les cedieron el uso de los dibujos de Terry Gilliam para pasar de un sketch a otro. Las compañías que representan la obra, Imprebís e Yllana, están especializadas en este tipo de teatro. La primera trabaja en teatro de improvisación desde 1994, mientras que Yllana se formó en 1991 con el objetivo de realizar humor sin palabras y utilizando el cuerpo como medio de expresión.