Carles Molinet, Aina Cortés, Antoni Gomila y Maruja Alfaro, en el escenario del Tantarantana. Foto: C.DOMÈNEC

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CARLES DOMÈNEC|BARCELONA

La mejor manera de celebrar el vigésimo aniversario de la compañía mallorquina Iguana Teatre ha sido el éxito de la representación en el Teatro Tantarantana de Barcelona de La mort de Vassili Karkov, resumido en la acogida entusiasta de la crítica. El director Pere Fullana comparte con Joan Arrom la creación de un texto a través de tres cuentos de Anton Chejov, Ivan Turguenev y Alexander Pushkin. El resultado es un armonioso rompecabezas con piezas que van tejiendo una trama llena de sensibilidad y refinamiento.

Los actores destacan por su clara locución y su acento mallorquín. Un malvado Vassili Karkov (Carles Molinet) describe su último día de vida. Lukeria (Aina Cortés) es su martirizada mujer. Nadia Vassilissa (Maruja Alfaro) desprende sabiduría y emociona con el recuerdo traumático de una violación en su juventud. El estudiante Ivan Velikoploski (Antoni Gomila) provoca la sensación de aire fresco, en un contexto tenso, rural y dramático propio de la sociedad rusa del siglo XIX.

La escena carece de excesos y son muy pocos los objetos empleados, por lo que el espectador debe imaginar los elementos ausentes con las insinuaciones de los intérpretes. El fondo del escenario recrea Paisaje en la estepa, un cuadro del paisajista romántico inglés Turner, quien viajó en 1840 a Rusia y pintó ambientes lúgubres, fríos y llenos de neblina. La música de Bach y Shostakovich acompaña ciertos pasajes.