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DIEGO MEDINA

El poeta catalán Jordi Julià (Sant Celoni, 1972) presentó ayer en el Centro Cultural Sa Nostra, donde ayer leyó algunos de sus últimos poemas del libro De dioses y bestias, publicados por la colección Poesia de paper de Sa Nostra.

Julià, que fue distinguido en octubre de este año con el premio Vicent Andrés Estellés, define su obra como un «realismo reflexivo»; además, explicó su pertenencia a la «generación del 89» y cómo ésta ha condicionado su vida. «El mundo en que vivimos no es aquel para el que nos prepararon nuestros padres» comentó, y dijo que con la caída del muro de Berlín, en 1989, todo ha cambiado y ya nada será igual, no hay ni izquierdas ni derechas y las ideologías se están derrumbando».

El poeta, profesor de la Universidad Autónoma de Barcelona y ensayista cree que pertenece a una generación que asume la «transformación simbólica del mundo» y menciona a otros autores de su generación que tratan el mismo tema, como Isidra Martínez Marzo y Eusebio Ferrer. Para Julià, la caída del muro de Berlín fue el primer evento histórico que vivió y el más importante, por lo que le dedicó el primer poema de su primer libro.

En la actualidad, el joven autor es miembro de dos proyectos de investigación, Poesía catalana y española (1975-2005) y Entre el arte la literatura y la política (edición de la obra castellana de Eugenio d'Ors). Consultado en cuanto a la razón por la que se publican sus poemas en castellano, ha contestado que ha creído importante que sus obras puedan también ser leídas por los lectores castellanoparlantes y, además, quería ser fiel a la Poesía de paper que se publica habitualmente en castellano.

Julià es autor, entre otros libros, de Mirades, Hivers suaus, Sota la llum de Mart y Versos.