Pocas veces eMisteri d'Elx abandona la basílica de Santa Maria de la localidad alicantina para representarse en otros lugares. Ayer La Seu tuvo la oportunidad única de acoger un evento con más de 500 años de historia. Lo hizo de una forma especial, ya que por primera vez el drama asuncionista se presentó con unas características especiales: no sólo se mostró la parte cantada, también se escenificó, adaptándose a un entorno en el que sólo faltaron los característicos elementos aéreos. Unas 3.000 personas siguieron atentamente una obra que es Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad y que se remonta al siglo XIII. 90 cantantes y actores, más de 30 ayudantes, 90.000 vatios de luz, seis kilómetros de cables y 14 televisores de plasma 'trasladaron' la Catedral hasta Elx. Todo un despliegue de material y medios técnicos que se movilizó para la ocasión. El evento sirvió para celebrar los 50 años de la Casa Regional de Valencia y el séptimo centenario de La Seu.
La Porta de l'Almoina fue el punto de encuentro de los espectadores. Los que todavía no tenían la entrada la recogieron en unas carpas habilitadas al efecto. Una vez dentro, el público se fue situando en los bancos y en los asientos preparados. A las 1.800 plazas de La Seu se añadieron 600 sillas y otros lo vieron de pie. Vicente Enguínados, de Clave, y Carlos Lozano, del Patronato Nacional deMisteri d'Elx, hicieron los discursos introductorios. Ambos destacaron la importancia del montaje y, sobre todo, el hecho de que haya superado todos los obstáculos para llegar a nuestros días.
EMisteri d'Elx es una pieza que bebe de las tradiciones. La primera consiste en que todos los miembros deben ser hombres, incluidos los jóvenes que representan el papel de la Virgen, algo que llamó mucho la atención de los presentes. La segunda, que los ciudadanos de Elx deben ser los protagonistas, exceptuando tres personajes, que obligatoriamente tienen que ser sacerdotes. En total, se escenificaron 14 actos, desde ePlany de Maria hasta la Coronació. ENúvo o Granada y la Assumpció fueron los únicos que sufrieron modificaciones, ya que normalmente van acompañados de elementos aéreos que en Palma no pudieron instalarse y tuvieron que realizarse en los púlpitos de la Seu. La Coronació se trasladó al altar mayor. Para que los asistentes pudieran tener una visión de cómo se representa en realidad la obra y no observaran sólo la versión adaptada, las pantallas de televisión iban mostrando imágenes de cómo se escenifica la pieza en la basílica de Elx cada 14 y 15 de agosto. Fue el contrapunto perfecto para acabar de entender este drama lírico-sacro.
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