El acto de homenaje a Miquel Bauçà i Rosselló llenó el auditorio de la ciudad y mostró el carácter más humano del poeta y escritor.

TW
0

GORI VICENS

Seguramente el acto celebrado ayer en Felanitx en honor al poeta y escritor Miquel Bauçà i Rosselló no habría sido de su agrado, lo habría rechazado. Pero su ciudad, Felanitx quiso rendir homenaje a una de las voces más personales de la literatura catalana de la segunda mitad del siglo XX. Bauçà, fallecido a principios del mes de enero de 2005 en Barcelona, fue nombrado Hijo Predilecto de su Felanitx natal, así lo acordaron unánimemente todos los concejales del Ajuntament en un pleno del mes de diciembre del año pasado. Ayer, un año después de su nombramiento «oficial» el Auditori Municipal acogía un acto «lo más bauçaniano posible». A parte del protocolo oficial, el grupo Teatre des Lledoner recito poemas defelanitxer bajo el titulo Dir Bauçà, el millor homenatge, divididos en tres periodos: sus primeras obras, el paso a la gran ciudad y el Bauçà más universal. Luego el destape de la fotografía que colgará desde ahora en las paredes de la casa consistorial.

Por parte de la familia fue la sobrina del poeta, Luisa Planas, la encargada de recordar al «poeta escritor con fama de maldecido. Incomprendido, enigmático, alejado de toda vida en sociedad y recluido como un eremita en el Eixample de Barcelona donde consecuentemente con su vida, murió solo sin quitar nada a su dignidad». Su hermano Jordi repasó su carácter más humano. Finalmente la alcaldesa Catalina Soler clausuró el «sutil» acto destacando la obra de Bauçà y se mostró orgullosa del nuevo Hijo Predilecto.

Miquel Bauçà, de can Meravel, nació en 1940 y falleció a los 64 años de edad, sólo, el mes de enero de 2005 en la Ciudad Condal. Era el menor de cinco hermanos y, aunque casi siempre vivió en Barcelona, entre 1986 y 1988 decidió volver a su Felanitx natal. Pero no pudo acostumbrarse a la vida de Mallorca y decidió regresar a Barcelona. Bauçà no buscó nunca honores ni distinciones. Al contrario, huía de ellos. La trayectoria literaria de Bauçà ha sido una de las más premiadas en lengua catalana. Pero por encima de todo era poeta. Es autor de poemarios y novelas como: Una bella història (1962), El noble joc (1972), Poemes (1973), Notes i Comentaris (1975), Cants jubilosos (1978), Les Mirsines: colònia de vacances (1983), Carrer Marsala (1985), L'estuari (1990), El crepuscle encén estels (1992), El Canvi (1998), El vellard, L'escarcellera, Els somnis, Els estats de connivència y Rudiments de Saviesa, entre otras. Obras que fueron reconocidas con diversos premios y que escasas veces fue a recoger.