Era una reivindicación largamente soñada por el sector de las artes escénicas que desde ayer es una realidad oficial. La Escola Superior d'Art Dramàtic de les Illes Balears (ESADIB) decidió inaugurar formalmente su primer curso académico con la presentación en sociedad de su sede, ubicada en la calle Morer, en pleno corazón de Palma. Para ello, y tras la ceremonia institucional, celebró junto a sus vecinos una fiesta con danza y música que resumió uno de sus objetivos: ser un centro abierto a la ciudad. Lo que más llamaba la atención nada más llegar eran, además de la alfombra blanca que conducía hasta la escuela, los focos de colores cálidos que iluminaban la fachada del edificio. Dentro, un auditorio repleto que olía todavía a cola esperaba ansioso la lección inaugural del director de escena Lluís Pasqual. Sobre todo los 24 alumnos del centro, que mataban el tiempo haciéndose fotos, riéndose y piropeándose.
El primer discurso de la noche fue el de Carles Molinet, director de la ESADIB, quien explicó los futuros pasos de la institución: «Hay que trabajar en conectar esta escuela con el mundo, en convertirle en la gran casa del mundo teatral balear». El segundo, el de Pasqual. «Un actor nace, pero debe desarrollar lo que lleva en su interior en una escuela de teatro». ¿Para qué sirven las escuelas? Para dos cosas: «Lo concreto y la verdad». «Hay que dar vida a las palabras y mostrar qué le pasa a ese personaje». Lluís Pasqual quiso dar un toque de atención a los políticos presentes y les pidió su implicación cuando el proyecto esté en horas bajas y haya que repartir presupuestos, apuntándoles Cinc raons per continuar fent teatre. Primera: «Hay que hacer teatro porque hay gente que quiere representarlo y otra que quiere verlo». Segunda: «Por nuestra responsabilidad humanística». Tercera: «Porque refleja al ser humano». Cuarta: «Porque el teatro es un reflejo de la colectividad». Y quinta: «Porque se trata de un ejercicio de ficción, pero un juego consentido que va directo a la inteligencia». El presidente Jaume Matas recogió el testigo y aseguró que «la ESADIB no tiene vuelta atrás, nadie podrá cambiarla». Acto seguido, declaró oficialmente inaugurado el curso académico 2006/07.
La fiesta empezó en el propio edificio, con los bailarines de la compañía de Sol Picó recogiendo a los invitados y asistentes y llevándolos hacia la Plaça Josep Maria Quadrado. Allí representaron La divadivina para, después, trasladarse a la Plaça de l'Artesania y mostrar Lágrima. Por último, el grupo Shazam, liderado por Carmen Jaime, estrenó Àngels d'amor. Fue el colofón a una noche largamente soñada que contó con numerosos representantes de las artes escénicas, desde actores y bailarines como Andrea Cruz, Biel Jordà, Àlex Tejedor, Luca Bonadei o Mariantònia Oliver hasta directores como Pitus Fernández, Pere Fullana o Pere Mestre; y de las instituciones, como la vicepresidenta Rosa Estaràs, la alcaldesa Catalina Cirer o el director insular de Cultura, Guillem Ginard, entre muchos otros.
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