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L.MOYÀ/EFE

«Tengo un punto de cierta tranquilidad. Supongo que mañana (por hoy), a medida que se acerque la hora de la gala, empezaré a ponerme más nervioso». Toni Bestard, el primer realizador mallorquín nominado al Goya al mejor cortometraje de ficción gracias a 'Equipajes', aprovechó la jornada de ayer para verse con los amigos y reunirse con el equipo de la cinta. «Así, me desconcentro y aparco por un momento la tensión», reconocía desde Madrid. Hoy es su noche.

«Creo que no ganaré, pero nunca se pierde la esperanza. El no ya lo tengo y, el sí, sería una auténtica sorpresa». Sabe que tiene «un veinte por ciento de posibilidades», que se trata de «una lotería», pero prefiere no mentalizarse. Ni preparar el posible discurso de agradecimiento. «Ni me lo he planteado. Supongo que agradecería el trabajo al equipo del corto y a mi familia, lo clásico».

Para Bestard, la principal virtud de los Goya es que se trata de unos premios «muy mediáticos». «Llevo ocho años en este mundillo y sé que la publicidad que me dará el hecho de estar nominado me abrirá nuevas puertas, al igual que al equipo de 'Equipajes'». Y tal vez la posibilidad de rodar su primera película, algo «asegurado si se gana».