Tras la apertura del mismo por parte del presidente del Círculo, Antoni Garau, el presidente del Grup Serra, Pere A. Serra, en calidad de amigo de ambos premiados y como mecenas de la cultura en Balears, ejerció de presentador de ambos galardonados. Fue una presentación que se argumentó esencialmente a partir de la antigua amistad que le une con los dos protagonistas y en la que no faltaron divertidas anécdotas. Llorenç Vidal, colaborador de desde hace cuatro décadas, impulsó en 1964 el Día Escolar de la No Violencia y la Paz (DENIP), una cita que con el tiempo traspasó las fronteras de nuestro país constituyéndose en una efeméride internacional. Este «trovador de la paz», que con su incansable trabajo en favor de la no violencia ha despertado conciencias hasta gestar un movimiento que lo propone para el premio Nobel de la Paz, fue también fundador durante la dictadura de los cuadernos literarios Ponent y director de la colección de poesía Sa Font de ses Tortugues, entre otras.
La Sala de Música del Casal Balaguer acogió la entrega de las Medallas de Oro del Círculo de Bellas Artes al actor Simó Andreu y al poeta, pedagogo y pacifista, Llorenç Vidal. Fue en un acto que destacó por su familiaridad y que convocó a más de medio centenar de personas vinculadas con esta arraigada entidad cultural y con los premiados. Junto a ellos no faltaron la presidenta del Consell de Mallorca, Maria Antònia Munar, acompañada por sus vicepresidentes Dolça Mulet y Miquel Nadal; el director general de Política Lingüística del Govern, Miquel Melià, y los alcaldes de las localidades natales de ambos homenajeados, Antoni Serra de sa Pobla y Miquel Vidal de Santanyí. La alcaldesa de Palma, Catalina Cirer, excusó su asistencia debido a que se encontraba en Madrid y nadie del Consistorio palmesano acudió al acto.
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Vidal, que actualmente reside en Cádiz, agradeció la distinción con la humildad que caracteriza a las grandes personalidades. Del mismo modo, también testimonió los vínculos que le unen con esta entidad, a la que se refirió como «una de las entidades más vivas y con mayor solera de Balears». Tras serle impuesta la medalla de oro diseñada por Pere Quetglas, Xam, lo que hicieron Melià y el alcalde Vidal, llegó el momento del homenaje a Simó Andreu, el actor mallorquín más internacional de nuestro tiempo. Este pobler, que recibió el galardón de manos de Munar y Antoni Serra, ha participado en más de 150 películas y destaca su versatilidad y buen hacer tanto en el cine, como en la televisión y el teatro. Su productiva carrera le ha reportado destacados reconocimientos, aún así, ayer fue claro. «Si no pudiera volver a sa Pobla y a Mallorca no sería actor». Simó Andreu salía así al paso de la comparación que realizó Pere A. Serra con Fortunio Bonanova, actor mallorquín que triunfó en Hollywood a principios del siglo XX, pero que jamás regresó a su tierra. La presidenta Munar cerró las intervenciones destacando los méritos de ambos premiados y todos brindaron con cava para cosechar nuevos éxitos.
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