Mortadelo y Filemón son el pasado, presente y futuro del cómic español. Su creador, Francisco Ibáñez, tiene casi tanto éxito como las historietas de los dos superagentes cuando se sienta a firmar algunos de sus libros, como por ejemplo, el último, El dopaje... ¡qué potaje!. Decenas de personas se dieron cita ayer en El Corte Inglés para llevarse una caricatura 'express' -y dedicada- del creador de su cómic preferido.
Sus historias siguen conectando como el primer día. «Todo lo que trato es actual», apuntó Ibáñez minutos antes de gastar un rotulador firmando ejemplares. «No persigo hacer crítica social ni política, eso se lo dejo a los dibujantes de periódicos», matizó. Sobre el momento por el que atraviesa el cómic en España, Ibañez manifestó que no «culpa» a nadie de que esté desapareciendo, pero admitió que en la actualidad el niño «prescinde» de él porque «fabrica» otros métodos.
«Hace que su personaje hable por sí solo antes que luchar contra bichitos negros que se llaman letras», dijo refiriéndose claramente a las nuevas tecnologías como las videoconsolas. El efecto del cómic manga tampoco se libró de los comentarios de Ibáñez. Para el creador de 13, Rue del Percebe o Rompetechos, esta tendencia japonesa no es algo por lo que preocuparse. «El cómic nacional hace tiempo que se fue abajo y creo que las tiradas de manga no están por las nubes precisamente», indicó.
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