Imagen de archivo de un sonriente Miquel Brunet, en su exposición del Casal Solleric en 2002.

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MARIANA DÍAZ

El pintor Miquel Brunet, que nació en Manacor en 1919, falleció ayer en su domicilio de la citada localidad, donde hoy, a las 16.00, será enterrado en el cementerio municipal y donde mañana, a las 20.00, se celebrará un funeral por su alma en la iglesia de los Dolors. Miquel Brunet pertenecía a una raza de artistas mallorquines que comenzaron a desarrollar su arte tras la Guerra Civil en un contexto conservador y postimpresionista en el que destacaron por una pintura avanzada que entroncaba de lleno con la vanguardia europea.

Si como pintor sobresalió por su modernidad, como persona lo hizo por su capacidad para concitar simpatías, especialmente en su ciudad, que retrató a menudo, donde era muy querido y admirado. También entre los artistas aunó muchas simpatías. Precisamente, algunos de los compañeros con los que en los años setenta del pasado siglo formó parte de la tertulia Grup Dimecres, en Manacor, andan enfrascados en la organización de una exposición y en la edición de un libro conmemorativo.

En su juventud, Brunet se formó en Barcelona como pintor, -su familia le impidió hacerlo en la madrileña escuela de Bellas Artes de San Fernando-, y como sastre. En su tierra ejerció ambas profesiones. Sus dotes artísticas se hicieron evidentes cuando aún era un adolescente y estudiaba en la Escuela Graduada de Manacor. Como se explica en la Gran Enciclòpedia de la Pintura i La Escultura, a partir de 1949 se dedicó exclusivamente a la pintura.