Carl Cox posó ayer en un club a pie de playa en la costa de Calvià. Foto: M. BORRÀS

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ANDRÉS CASTAÑO

A sus cuarenta y cinco años el británico Carl Cox sigue entre la crème de los Dj. En 2005, más de 20.000 personas bailaron hasta el amanecer en Can Picafort, «una de mis mejores sesiones que he hecho en mi vida», confiesa. Nos encontramos con él en un club a pie de playa de la costa de Calvià un día después de pinchar en el Space de Eivissa. Impresiona su sencillez, su pasión por la música y su presencia . El 30 de junio demostrará su savoir faire con los platos en una super fiesta en la plaza de toros de Palma, con un sesión de cuatro horas en las que sorprenderá al público balear.

-¿Un Dj es más buena selección o buena técnica o ambas?
-Creo que un buen Dj siempre pone buenas canciones, buenos discos. Tu puedes mezclar, meter delays, scratchear, o añadir o todo lo que quieras. Un buen Dj pone un buen disco, después otro buen disco.

-¿Cree que es básico conocer los platos como herramientas base y luego acudir a la tecnología?
-Aprendí pinchando con platos y luego fui hacia las nuevas tecnologías. Tuve que crear lo mejor que tenía y ahora estoy readaptando mi estilo como Dj fundado en los platos para pinchar con la nueva tecnología. Las nuevas generaciones están pensando en el ahora, no les interesa esa discusión, sino en lo que cuesta un equipo y cuánto va a costar a un vinilo, un maxi cuesta entre cuatro, seis a ocho euros por una sola canción. Y si tu vas a ebay o beatport, encuentras ocho canciones por cuatro euros. Los vinilos son muy caros. Muchos Dj estamos cambiando, yo incluido, aprendiendo a pinchar vinilos e incorporar la nueva tecnología.

-¿Qué piensa de la cultura de club hoy en día? ¿La audiencia es más selectiva que hace veinte años?
-Ahora existe una única y completa escena de club, donde la gente sabe y entiende que este Dj pincha minimal underground, y este otro pincha comercial, este otro house, el otro techno, este otro hardcore. Es perfecto que la gente aprenda sobre qué Dj hay ahora mismo y lo que hacen, qué es lo que te gusta exactamente, y a lo que te quieres exponer. Si te gustan los breaks y quieres escuchar los mejores Dj de esta escena británica. En mi selección yo escucharía Adam Freeland, es un pionero del sonido break, domina ese estilo y sus selecciones son las mejores, pincha lo mejor. Y si le ves pinchando es el rey. Si te gusta edrum n'bass escucharás a Roni Size, LTJ Bukem o Dj Marky, que es asombroso. Y me gusta pensar que la gente ahora sabe elegir y moverse entre los diferentes estilos. Con los años existe cada vez más información en el mundo de los Dj, es una suerte poder elegir. Cuando vas a una fiesta siempre hay algunos Dj que te gustan y otros que te parecen una basura. Si no te gusta, quizás no vuelvas a gastar nunca más el dinero en esto. Pero si te gusta un DJ estarás desde el principio hasta el final. Creo que es bueno que la gente conozca a quién va a ver, y lo que quiere ver. Para el DJ es algo confuso. Lo peor para un DJ es no hacer tu mejor set. O que la gente piense que pinchas basura. O que no pinches en primer lugar, para calentar. Si entiendes esto es un asunto fácil.

-¿Cuáles son sus Dj preferidos actualmente?
-Tengo un gran respeto por Frankie Knickles, Danny Tenaglia es uno de los más grandes del mundo. Laurent Garnier es absolutamente increíble. Uno de los DJ con los que he disfrutado últimamente es Loco Dive de Ibiza. Cuando alguien recoge una gran energía en sí mismo, o tiene una fuerza o espíritu en la música, tiene muy buen rollo, vive en Frankfurt, pero actúa en diferentes lugares.

-¿Ha estado alguna vez asustado de actuar ante 20.000 o 30.000 personas? ¿Cuál es el mayor desafío para una audiencia tan grande?
-He estado antes en situaciones parecidas como en eLove Parade de Berlín, donde pinché para un millón de personas. Para mí lo más importante es conectar con la gente, con el público. Crear una energía especial con la gente. Es una celebración de música, una celebración del sonido. Es un orgullo para mi ser una parte de la historia de la música dance.

-Después de tantos años como Dj, ¿en qué sentido ha cambiado, ha evolucionado Carl Cox?
-Creo que he evolucionado en que ahora soy capaz coger y elegir lo que realmente quiero. Durante muchos años no tenía opción, pinchaba lo que me pedían rock, reagge, R&B... Ahora hago lo que quiero, no tengo a nadie que me dice lo que tengo que hacer. Puedo escoger, y ese es el gran cambio.

-¿Qué música le gusta escuchar?
-Escucho mucha música en mi cadena, me gusta escuchar mucha música en mi iPod. He crecido con música. Me gusta mucho el soul, el funk y el jazz. Pero también Supertramp, Steely Dan, Pink Floyd, Motorhead. Algo que quizás resulte extraño viniendo de mí.

-Tiene 45 años y lleva 20 como Dj. ¿No está cansado de esa vida? ¿Piensa en trabajar como productor, locutor de radio?
-No creo que pueda pinchar durante mucho tiempo. Mi cuerpo dirá basta.

-¿Cambia mucho pinchar en un país o en otro?
-Cada fiesta es diferente. Y siempre intento ver qué funciona y qué engancha a la gente. Si no funciona el techno, pincho funk, o hago una sesión más comercial. Pero una sesión de Carl Cox es toda una experiencia. Y trato de abarcar mucho estilos diferentes.

-¿Cuál cree que es la fórmula de su éxito?
-Consiste en ser yo mismo. No me escondo detrás de nada, ni de nadie. No engaño a nadie. Intento que la gente se lo pase bien. Observar y mirar las reacciones del público y viendo qué es lo que la gente quiere.

-¿Cómo ve la música electrónica en España?
-Hay una gran cultura de club en España que es casi mejor que en el Reino Unido. Hay muchos festivales y mucha variedad. En el Reino Unido empezó todo con las raves, pero ahora ha bajado la escena. Todo explotó en Inglaterra, pero allí muchos eventos están hechos y pensados de forma autosuficiente no pensando en el público y para el público, ni en el resto del mundo.

-Tal y como está el negocio de la música, ¿no es mejor crear tu sello para controlar tu trabajo?
-Mi sello Worldwide Ultimate fue creado entre 1995 y 1996 para publicar mis discos, cuando nadie me publicaba. Y eso es lo que me motivo a crear mi propia discográfica. Y también pensé en apoyar a los Dj más jóvenes, para abrir puertas a nuevos talentos, con una agencia internacional de DJ llamada Ultimate. Ahora tengo dos sellos, Intec Records y 23rd Century Records. Creo en lo que hago. Creo en la música y en su poder. No me interesan las ventas, sino publicar discos que merezca la pena escuchar, y de gente que no encuentra lugar donde publicar, y que gusten al público.