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El Auditòrium de Palma rindió ayer homenaje, tras la representación de la primera obra de la Temporada de Zarzuela, a una de las figuras más destacables de la lírica mallorquina, el barítono Francisco Bosch. La compañía del Teatro Lírico de Barcelona, dirigida por Josep Maria Damunt, estrenó la temporada, que finalizá hoy, con la pieza La del manojo de rosas, acompañada por los coros de la Capella Lauda de León. Esta zarzuela, con libreto de Francisco Ramos de Castro y Anselmo Carreño, y música de Pablo Sorozábal, fue estrenada el 13 de noviembre de 1934 en el Teatro Fuencarral.

Finalizado el acto, el director de la compañía, Josep Maria Damunt, hizo entrega a Francisco Bosch de un cuadro en reconocimiento a su larga trayectoria sobre los escenarios, mientras que Rafael Ferragut, director del Auditòrium, entregó al barítono de Esporles una placa en nombre de todos los aficionados a la zarzuela en Mallorca. Francisco Bosch, que inició su carrera en el Teatro Lírico de Palma en 1943, interpretó para los asistentes dos pequeños fragmentos de la zarzuela Don Manolito y una romanza.

Por la noche, la lírica continuó en el Auditòrium con La canción del olvido, estrenada en Valencia en 1916. La Temporada de Zarzuela seguirá hoy con la interpretación, a las 18.00 horas, de la obra Katiuska, de Pablo Sorozábal, y finalizará, a las 22.00 horas, con Los Gavilanes, con música de Jacinto Guerrero y texto de José Ramos Martín.