El pasado día 12 de junio se publicó una encuesta sobre el cine español realizada por Sigma Dos a petición del Instituto de Pensamiento Estratégico de la Universidad Complutense de Madrid. Sus promotores buscaban las opiniones «de los no representados en la Ley del Cine». Su conclusión más destacada fue que el 58 por ciento de los españoles considera mediocre el cine español. Al respecto, hemos buscado la opinión del sector cinematográfico balear.
El sondeo ofrecía, además, resultados sobre otras cuestiones como que el 66 por ciento de los encuestados prefiere el cine de Hollywood, que el 56 por ciento afirma que iría a ver de buen grado cine español o que un 47 considere que es un cine «para minorías».
«Aunque soy contrario a todo tipo de estadísticas, puede decir que nuestro cine puede ser tan mediocre como el cine americano», explicó Xesc Mulet, productor de La Perifèrica. «Hay de todo», apuntó. Una opinión que comparten otros miembros del sector como Lidia Sánchez, de la Associació de Actors i Actrius de les Illes Balears. «Considero que en todos los países se hace cine mediocre, pero a nosotros nos llega lo más comercial. Lo que está claro es que el cine español no se valora como realmente se merece», comentó Sánchez.
Según la encuesta, los españoles prefieren el cine americano. El premiado realizador mallorquín Rafa Cortés, -cuya película Yo se acaba de estrenar en el cine Augusta de Palma-, sostiene: «El problema es una cuestión de falta de orgullo y de complejo por otras épocas. Eso es lo que ha quedado». «En España se hace cine de calidad y prueba de ello es que cuatro películas españolas estuvieron en el festival de mayor calidad, Cannes», recordó.
Sobre posibles soluciones que modifiquen la visión de los espectadores hay opiniones muy distintas. Por un lado, el presidente de la Associació de Cineastes de les Illes Balears, Luis Ortas, aseguró que «hay que educar a ver cine en las escuelas de la misma forma que se enseña literatura u otras materias». Otros hacen referencia a la cuestión económica. «Se necesita más presupuesto para ser más competitivos y, sobre todo, estar más protegidos, como lo están las producciones de muchos países europeos como Francia», afirma desde Madrid Alicia Villanueva, responsable de programación de los cines Renoir.
La constante comparación del cine nacional con el norteamericano en las encuestas y en los medios de comunicación es rechazada unánimemente por el sector del cine. «Partimos de que el cine americano es industria y el español, no», explicó Jaume Bordoy, presidente de la Associació de Productors de les Illes Balears. «El cine americano dispone de mucho dinero para publicitarlo, la gente ve lo que le venden, independientemente de si es bueno o no», dijo Villanueva.
La encuesta vierte otros datos, como que al 43'5 por ciento de los españoles no les gusta la temática de las producciones nacionales. «Creo que hay que hacer lo que nos salga de forma más natural, contamos historias que hablan de emociones y ahí está nuestra capacidad para competir», aseguró el director Rafa Cortés. «Hay miedo a no estar a la altura. Tanto los productores como los cineastas no se arriesgan a contar otras historias. No se puede ir a buscar una superproducción española», sentenció Jaume Bordoy.
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