Los resultados comerciales, derivados de los contactos mantenidos durante la celebración de la Feria del Libro de Fráncfort, suelen ser el resultado del trabajo realizado por los empresarios durante los días, semanas, o incluso meses previos a la edición del encuentro editorial.
Algunos señalaban hace días, con el objetivo de explicar el verdadero trasfondo de la feria, que los verdaderos contratos multimillonarios se cierran más allá de los 171.790 metros cuadrados que se dedican al espacio expositivo en la feria. Sin embargo, son miles las negociaciones que terminan materializándose en la feria de los editores.
Las 18 editoriales de las Islas volvieron ayer a casa con el trabajo hecho. Compra y venta de derechos de autor y promoción de obras ha centrado, fundamentalmente, la labor de los baleares, no menos que las de empresarios de otros países.
La editorial Lleonard Muntaner ha trabajado con la editorial italiana Adelfi para la compra de derechos de cuatro libros y traducirlos al catalán. «El objetivo era mantener conversaciones con los contactos hechos a través de internet desde Palma», explicó Maria Muntaner.
Por su parte, el editor Joan Vives, de Edicions UIB se ha relacionado con la editorial Reverté, que actúa en España y México, para la coedición de un libro de hidrocarburos de temática universitaria. Vives aseguró que han promocionado un catálogo traducido al inglés sobre las universidades de la Xarxa Vives de la Universitat. «Hace tres años que venimos a Fráncfort y, siendo la cultura catalana la invitada de honor, tenemos más visibilidad», puntualizó.
Algunas de las editoriales asistentes se estrenan este año en la feria, así que se han dedicado también a valorar cómo es la dinámica de trabajo en Fráncfort. Cristina Fuster, de la editorial EPM, explicó que han traído las obras La otra Mallorca, turismo rural, de Beatriz Diez, que está traducida a distintos idiomas. Además de Patrimoni i obres públiques a Mallorca, de Gaspar Valero y Margalida Tur; y Los rostros de Projecte Home Balears.
Por su parte, la editorial Miquel Font ha establecido contactos con editoriales de otros países. Al igual que la editorial Moll que, además de mantener reuniones con editoriales griegas para la traducción de un libro sobre jardinería mediterránea, las tuvo también con las empresas alemanas de libros infantiles y juveniles para vender el libro de rondalles, que presentó en Fráncfort en su edición alemana. Francesc Moll explicó que «los contactos se suelen hacer en Palma, esto es un punto de partida, pero todo lo demás se materializará más adelante».
Han sido muchos los editores que se han dedicado a la promoción y que, además, han aprovechado su estancia en Alemania para preparar su participación en otros encuentros. La editorial L'Inrevés ha centrado su actividad en dar a conocer Maus como material didáctico y preparar su asistencia al Saló del Cómic, dada la visita a Fráncfort de Ficómic. Además promoción de Maus, relat d'un supervivent, la editorial ha mostrado dos obras con el objetivo de vender derechos de autor: Azul y ceniza, de Pere Joan, y El día de los muertos en México, de Alex Fito.
Los editores balears también han puesto los ojos en otros mercados. Vicente García, de Dolmen, ha mantenido contactos con empresarios japoneses para la comprar derechos para la producción de manga. Poner cara a los contactos desde Palma, cerrar colaboraciones con otras editoriales, valorar ofertas, promocionar obras, o, simplemente, hacer un análisis del mercado es el trabajo realizado en Fráncfort. Los resultados se ven a más largo plazo, muchos tardan incluso años en salir de la imprenta.
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