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G.J. Porreres vivió el viernes la Trobada de Músics per la Llengua más importante que se ha celebrado hasta ahora. Apesar de que el pasado día 12 la lluvia obligó a aplazar la fiesta, los músicos y todos los asistentes no se quisieron perder para la verbena y, a partir de media tarde, una gran cantidad de personas de todas las edades ya paseaban por las calles de Porreres. Estaban todos volcados a la causa que defiende este colectivo: «Que nuestra voz se oiga por todas partes y disfrute de los mismos derechos y oportunidades que las otras», según explican ellos mismos en un tríptico escrito en 5 lenguas dónde hacen difusión de sus principios.


Entre otras cosas, el colectivo lucha «para que la lengua no sea un impedimento sino un camino abierto hacia una cultura de respeto y aprecio hacia la diversidad».

La música, hecha en catalán, de 27 grupos isleños era el acompañamiento de la fiesta, pero el espíritu reivindicativo de estos intérpretes es la verdadera causa de este encuentro, que ya ha superado la octava edición y que, año tras año, crece en cuanto a participación.

Hubo canciones para todos los gustos, desde Oliva Trencada, las glosas del conocido «Xuri», de Glosamusikada, o las canciones del poeta Guillem d'Efak en boca de la formación Projecte d'Efak, a la electrónica más novedosa de Marcel Canc.

También destacó el rock de Musnok y Gestenfeiser o el hip hop y rap más políticamente incorrecto de Gonelles Morts o los más aclamados, Anegats.
Los músicos también organizaron un homenaje a la memoria de Toni Roig, componente de Al-Mayurqa y uno de los miembros fundadores de este colectivo. Todos los músicos y el público asistente entonó la Balanguera. Acto seguido, el presidente de los Músics per la Llengua, Antoni Nicolau, leyó un manifiesto.