TW
0
FERRAN PEREYRA Noches Mediterráneas lleva ya algunas ediciones alejándose de su cuidada y mimada filosofía original. Esa preocupación en elaborar una programación 'especial' donde la exquisitez y ciertas dosis de intimismo, que tan bien han venido encajando y marcando la tónica general del escenario de Costa Nord, ha sido significativamente decantada por una tendencia a la espectacularidad, con nombres como Al Jarreau o la presentada para el próximo agosto Diana Krall -por favor, que nadie entienda ahí un menosprecio artístico, sería totalmente injusto-, y un cierto aire de revival que el pasado año protagonizó José Feliciano y este año acaba de encarnar el cantante y compositor Salvatore Adamo. Un nombre con muchísimas más referencias al pasado que al presente aunque, como él mismo comentara en su visita a Valldemossa, prepara disco en castellano para final de año.

Adamo iniciaba precisamente gira nacional en Mallorca y, sinceramente, creo que no le pudo ir mejor. El público respondió con tanto fervor como nostalgia, aunque brindar el micrófono al respetable en la primera canción tiene todos los números para no encontrar la respuesta requerida. Así pasó, pero hubo tiempo suficiente a lo largo de las dos horas de concierto para resarcir al artista, tanto con ramos de rosas -dos durante el concierto, la gente es así de espléndida-, como mostrándole que absolutamente nadie ha olvidado esas canciones que hace treinta y tantos años vienen formando parte de nuestra memoria más tierna y sentimental.

Este italiano de nacimiento y belga de adopción, signó una noche exitosa.