Jaume Llabrés, comisario de la exposición de la Mare de Déu d'Agost. Foto: JOAN TORRES

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JONAS CLIMENT

Durante mucho tiempo, las grandes y ostentosas escenografías de imágenes religiosas, como las vírgenes de la 'Dormició', vivieron un gran esplendor en las iglesias y formaron parte de las cultura popular de la Isla. Sin embargo, a partir de los años setenta, tales iconografías empezaron a entrar en decadencia como resultado del final del franquismo, la disminución de la feligresía y la simplificación de la liturgia impuesta por el Concilio Vaticano II, entre otros factores. Ahora con motivo de la festividad de la Mare de Déu d'Agost, que se celebra este 15 de agosto, las iglesias sacarán de nuevo algunas de esas antiguas imágenes dedicadas a la Virgen.

Una de las iniciativas más interesantes es la muestra que el Convent de las Caputxines dedica por segundo año a la Mare de Déu d'Agost, desde ayer y hasta el próximo 23 de agosto, en su sala de exposiciones. En ella, se podrá conocer a través de fotografías y escenografías religiosas la antigua tradición de representar a la Virgen María yaciendo en su lecho momentos antes de la asunción. «Para algunos es chocante que se represente la muerte, pero en la mentalidad católica se considera un acto supremo o un tránsito a la ascensión al cielo», aclara Jaume Llabrés, comisario de la muestra junto a Aina Pascual.

La muestra, que patrocina Gesa Endesa, se divide en dos ámbitos: una colección de fotografías antiguas, de Jeroni Juan Tous, donde se retratan los lechos de la Mare de Déu Morta, que se podían contemplar antaño en las iglesias de Mallorca y que ahora acaban de publicarse en un libro; y, por otro lado, diversas piezas de la misma temática que pertenecen al patrimonio del convento y se diferencian respecto de otras por «sus dimensiones y técnicas utilizadas», explica Llabrés.

La obra más llamativa de esta exposición es El Llit de la Mare de Déu Morta de l'avantcor. De estilo barroco y realizada en madera policromada, esta imagen de la Virgen destaca por la delicadeza de las facciones de su rostro. Además, recuperando una antigua tradición mallorquina, el lecho se ha presentado este año adornado con albahaca, mirabeles y cestas de manzanas. Otras de las dos vírgenes yacientes que se podrán ver son el Llitet Carles IV, que combina excepcionalmente las figuras barrocas del taller Mestre de les Verges Rosses con un bello mueble neoclásico de estilo Carlos IV; y el Llitet de la Mare de Déu de 'les fundadores' , una pequeña imagen que destaca por ser la más antigua del convento. Además, la muestra incluye otros elementos como un óleo de la 'Assumpció de Maria' y una placa de la 'Cinquagesma'.