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CARLOS RUIZ El 27 de agosto de 2008 en Felanitx, dos de los mejores artistas del ejército de la música salieron al escenario. Juzgados por todo el vicio cometido, hoy sobreviven como cantantes de fortuna. Si tiene algún problema y los escucha, quizá pueda engancharse a sus letras. ¡El equipo A!... o Pereza. El grupo madrileño, bajo la espectacularidad de los efectos luminosos, inició su concierto con la música de la mítica serie americana. No defraudaron. Más de dos horas de concierto con el aforo casi completo y acompañado de la histeria fan de las primeras filas. Algún sujetador se dejó ver. Entrega absoluta. Los chicos malos del pop-rock sonaron excelentemente. Venden bien su personaje y ejecutan a la perfección su talento.

Pese a que en ocasiones se les otorguen falsos aires de divinidad, no dudan en arrodillarse ante sus maestros. Los Beatles, Los Rolling e incluso Extremoduro tuvieron su pequeño homenaje en forma de versión. Sin embargo, a juzgar por el nivel de decibelios de los asistentes, fueron los clásicos del grupo, como Princesas, Como lo tienes tú o Todo, los que acercaron la locura colectiva. Para cuando los focos pedían un descanso, los cantantes superyonkis -tal y como se hacen llamar- querían más y estaban dispuesto a darlo. Llegados los bises, las energías se renovaron y alargaron el clímax del concierto. Subidón permanente. Final por todo lo alto. Si la pereza es un pecado capital, caigamos todos en el vicio de la música.