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A. POL/J.C La primera edición del festival Petit Comitè de Sa Pobla no podría haber tenido más mala suerte. Si la tarde de ayer se avecinaba complicada, -con escaso público en la primeras horas y una meteorología ambigua-, la cancelación del concierto de Teenage Fanclub, grupo cabeza de cartel, fue el detonante.


Al cierre de esta edición, la noticia acababa de ser comunicada por megafonía a los asistentes, muchos de los cuales se encontraban allí atraídos por el reclamo de la banda escocesa, cuya ausencia se debió a la «cancelación» de su vuelo, según se anunció. La banda tocó el viernes en Bilbao y hoy tenían previsto hacerlo en las fiestas de la Mercè de Barcelona.

Si Petit Comité congregó el viernes a setecientos espectadores, para ayer se esperaban más de mil, sin embargo, antes de medianoche la cifra era de entre doscientos y trescientos.

Al margen de la mala noticia, el festival, -que ha tenido lugar en el parque medioambiental de Can Cirera Prim-, tenía programadas para ayer las actuaciones de los británicos Fanfarlo, Jessie Evans y Scuola Furano, así como los locales Horitzontal John y The Marzipan Man, entre otros.

Cabe recordar que la primera jornada se celebró el viernes con las actuaciones de Abrevadero, los mallorquines Amarillo y Polysics, un grupo japonés «enérgico» que cultiva el pop electrónico.

Horas antes del desafortunado imprevisto, Cati Caldera, -miembro de la entidad organizadora, la Associació Cultural Alternativa Illes Balears-, defendió el evento frente a un supuesto «clima antifestival» propiciado, según ella, por el Partido Popular, y aseguraba que Sa Pobla se ha convertido este fin de semana «en un centro de actividad cultural». «Los actos culturales no pueden analizarse únicamente teniendo en cuenta al número de asistentes, también hay que valorar la calidad», dijo Cladera. «Pero sobre todo estoy molesta en que se mezcle la política con la cultura. Son dos cosas que deberían estar separadas» sentenció.

Ahora está por ver cuál será el futuro del festival.