El francés Christophe Honoré traslada el ideal de amor romántico del siglo XVII a un instituto francés en La belle personne, cinta que compite en la Sección Oficial del Festival de San Sebastián junto a la nueva propuesta del británico Michael Winterbottom, el drama familiar Génova. Ambas se presentaron ayer en el festival, donde también estuvo el actor John Malkovich con el filme de los hermanos Coen Quemar después de leer.
En la ciudad italiana de Génova se encuentra el limbo emocional de un padre y sus dos hijas, que abandonan Estados Unidos para iniciar una nueva vida tras la muerte en accidente de tráfico de la madre de la familia. Este drama de Winterbottom está hecho de cotidianeidad y «sin hechos grandiosos con los que adornarlo», explicado ayer el cineasta. Rodada sin grandes recursos técnicos y construida a partir de hechos en apariencia irrelevantes, su intención es «involucrar afectivamente al espectador con esta familia», aunque no ha despertado la admiración esperada tras sus primeras proyecciones en el festival.
Por otra parte, la que es una adaptación contemporánea de La princesa de Cleves, novela romántica del siglo XVII de Madame de La Fayette, se ambienta en un instituto francés, donde se suceden amores secretos y adúlteros entre alumnos estilosos en exceso y con una sofisticación impropia de su edad. La belle personne la firma el cineasta Christophe Honoré, quien decidió retomar esta obra, que ya había llevado al cine Manoel de Oliveira en La carta (1999), tras descubrir que el presidente Nicolas Sarkozy prefería que los estudiantes de su país aprendieran idiomas o informática antes de leer un libro que consideraba «caduco».
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