Los actores de la obra.

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JONAS CLIMENT

¿Cómo sería una obra de teatro si los entremesos mallorquines hubieran evolucionado hacia el cabaré? La respuesta a esta cuestión llega con Melodies de Brouvell, una produccción del Teatre Principal, dirigida por Pere Fullana, que reivindica una evolución de la historia del teatro que nunca se materializó.

Los géneros del teatro popular de Francia o Inglaterra derivaron en el cabaré o el music hall, una dirección que no seguiría Mallorca ni, por extensión, el resto España. Pero, ¿qué lo frenó? «La dictadura de Primo de Rivera, la Guerra Civil u otras circunstancias relativas a la lengua catalana», apunta Pere Fullana. «Nunca ha existido un cabaré catalán o español, lo más parecido era la revista, pero no tiene las mismas peculiaridades que el cabaré», apunta el director del montaje, quien se ha desvinculado en esta ocasión de su compañía habitual, Iguana Teatre.

Ambientado en la posguerra española, Melodies de Brouvell se articula en torno a cuatro piezas: el Entremès del nin, el Entremès del malcasadís, el Entremès del lladre y el Entremès del llunàticel, las cuales se van «enlazando a partir de números de baile y canciones». Estas piezas «son muy sencillas, tocan temas que afectaban a la gente de manera muy directa, como la muerte, el sexo o el hambre», añade Fullana.

La dramaturgia, de Joan Melià y del propio director, se nutre de diversos textos, algunos de ellos editados por Antoni Serrà Campins o Ramón Díaz, pero «la mayoría de los entremesos ya hace tiempo que se han editado». «Son todos anónimos y, según la época a la que pertenecen, se representaban de una manera o de otra», explica el director. «Hay versiones en las que el ladrón se escapa y otras, en las que lo cogen y lo cuelgan», señala a modo de ejemplo.