Las tres representan al individuo en comunicación armónica con la naturaleza, con la música, con un concepto en la interpretación móvil de lo bonito y lo feo de la vida. La danza es su forma de expresión y eso es lo que llevó a Creadansa, Àgora Dansa y Siam a presentarse al certamen Art Jove 2008 para quedar finalistas en la modalidad de danza contemporánea.
Silvia Riutort dejó las 'puntas' y comenzó a utilizar su cuerpo como instrumento de expresión emocional. La bailarina reconoce que su maestro ha sido Carlos Miró, quien le animó a crear Sólo para dos, el estreno de Riutor como coreógrafa. Bajo el nombre de Creadanza, la también bailarina se presentó al certamen con una propuesta 'minimalista' que le llevó a ganar, junto a los bailarines José Roldán y Lucas Bessó, la final de Art Jove en esta modalidad. El montaje estaba creado sobre una atmósfera inerte de color naranja que acompañaba a la música rompedora y vanguardista del tema Vaihtovirta, de Pan Sonic, «un grito a la pulsión y al control físico».
El día del certamen aparecieron sobre el escenario dos hombres y el cuerpo de una mujer desnuda, porque «sin ropa es más fácil mostrar la fisicalidad del movimiento», apuntó Riutort, quien creó la pieza «a partir de movimientos lentos y continuos que «a veces pasan desapercibidos, pero que son muy constantes», apuntó.
Bajo izquierda. La de Àgora Dansa fue una propuesta basada en la narración de una historia entregándose al individualismo y alejándose de la abstración. La compañía, formada por Manuela Marcé y David Marín, interpretó una secuencia trágica, la de un joven que se está muriendo. «Él se había suicidado y ella no se da cuenta hasta que pasa un rato», apuntó Marcé. La pieza de estos dos jóvenes, intercalada con composiciones de la banda sonora del filme Lucía y el sexo y música electrónica, conjugaba interpretación, acrobacia y técnicas de ballet clásico, además de una parte gestual «que pone un punto de realidad a la obra», apuntó Marín.
Si la muerte es el leif motiv de Àgora Dansa, la infancia y los juegos centraron la propuesta de Siam, que con la pieza Jugam quedó como la tercera finalista en esta modalidad de Art Jove. Después de bailar durante muchos años en la compañía de Mariantònia Oliver, Bárbara Riera y Aina Pascual querían «crear algo propio», señaló Pascual, refiriéndose a una pieza más «cercana al juego de la calle y bastante informal», con la que Riera y Pascual expresan «las relaciones personales». Las formas graciosas y bellas de las niñas que representaban estas dos bailarinas fueron el resultado del ritmo que producía una caja de música gigante. Dentro de ella, se encontraba el guitarrista Moise Andrada, donde interpretó piezas de flamenco.
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