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CARLES DOMENEC (ANDORRA) El diplomático Carles Casajuana (Sant Cugat, 1954) obtuvo ayer en Andorra el XXIX Premi de les Lletres Catalanes Ramon Llull por la novela L'últim home que parlava català. El galardón, convocado por Editorial Planeta y el Govern d'Andorra, está dotado con 90.000 euros.

«La novela trata del acoso inmobiliario a un escritor que no quiere abandonar su casa hasta acabar el libro que está escribiendo», contó Casajuana. La meta literatura de L'últim home que parlava català cuestiona la desaparición del catalán. «La novela que escribe recoge el testimonio de la última persona que habla catalán, el señor Bernat, un relojero que sabe que el mundo no funciona como un reloj».

El premiado mantuvo que «el verdadero tema es el empobrecimiento y la degradación de la lengua más que la desaparición del catalán», y aseguró que «en materia de lenguaje, la posición adecuada consiste en sumar en vez de restar».

Autor de varias novelas, Kuala Lumpur (Seix Barral) es la más conocida, Casajuana dirigió Política Internacional y de Seguridad de Presidencia del Gobierno y ha sido la persona de confianza de Zapatero en sus salidas al extranjero hasta que se hizo cargo de la embajada en Londres. «Mi trabajo no me priva de libertad creativa», aclaró, y reveló que «una referencia en la novela es Los inquilinos, del escritor judío norteamericano Bernard Malamud, uno de los maestros de Philip Roth, que leí cuando vivía en Nueva York».

Casajuana declaró que «el relato pasa en Barcelona y no respondo a la pregunta de si el catalán va a desaparecer porque la función del novelista es plantear dilemas, no contestarlos». El escritor añadió que «la historia confronta a dos escritores, uno en catalán y el otro en castellano, y presenta a un profesor norteamericano que lo mira todo desde fuera». La obra será publicada en catalán y castellano por Planeta y en francés por Robert Laffont.

El premio se seguirá entregando en Andorra los próximos tres años.