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J.C. Caixafòrum de Palma inauguró ayer Alphonse Mucha (1860-1939), seducció, modernitat i utopía, la primera gran exposición «antológica» de quien fuera en su época «el artista decorativo más importante del mundo». O así lo aseguraba el suplemento que el New York Daily News le dedicó al llegar a EE UU.

En la muestra, que se acompañará de actividades paralelas, puede verse un ejemplar del citado rotativo entre otras 140 obras de este divulgador del art noveau y uno de los pioneros en llevar el arte a la publicidad.

Carteles, joyas, óleos, fotos, libros y objetos, "en su mayoría de la Fundación Mucha", conforman esta exposición articulada en cuatro apartados: Teatro, belleza, misterio y modernidad, que recogen todas las facetas de este artista checo.

Según explicó el comisario, Alex Mitrani, la muestra arranca con unos carteles «estilísticamente muy novedosos» que el artista realizó para la actriz Sarah Bernat y cuyo tratamiento icónico «es comparable al de la imagen que Andy Warhol hizo de Marilyn Monroe».

La afición de Mucha por la nuevas tecnologías está presente en una selección de sus fotografías. «Se interesaba tanto por lo científico como por lo simbólico y esotérico», señaló Mitrani sobre Mucha, un hombre moderno, capaz de producir una pastilla de jabón con su nombre o ser un «precursor del merchandising», al mismo tiempo que hacía bandera del «nacionalismo checo» con la serie monumental L'epodeia eslava.