A medida que Art Madrid se va consolidando como «la segunda mejor feria de arte contemporáneo del país», según su directora, Gema Lazcano, la presencia balear aumenta. De tres galeristas presentes hace dos años, se pasó a cinco en esta cuarta edición en la que se consolida la propuesta de obras de arte para «llevarse puestas», expuestas en 74 stands, ubicados en el pabellón de Cristal de la Casa de Campo, abiertos desde ayer hasta el 16 de febrero.
Ante la crisis, la mayoría de galeristas isleños apuesta por «no bajar los precios», «mostrar ilusión» e «intentar superar el temporal con ganas y trabajo».
La galería 'Maneu' abrió con una veintena de cuadros de Miró. Obras de gran calado cuyos precios oscilan entre 60.000 euros y 1'7 millones. Esta última cifra corresponde a un cuadro pintado por el maestro catalán, que vivió y murió en Mallorca, en 1954.
A pocos metros, en el expositor de Marimón, Biel Perelló, padre e hijo, al frente, ofertan una decena de llamativas obras del germano Dieter Wolthoff que el año pasado vendió todos sus cuadros en una exposición organizada en la sede de esta firma, en Ca'n Picafort. Las piezas, a precios asequibles: de 700 a 4.000 euros.
Vanrell, por su parte, cuelga piezas de Pedro Txillida, Bechtold, Gustavo, Molina, 'Xam', Villalta y Miró. «Mi apuesta es por la calidad y por los artistas consolidados», dice Gabriel Vanrell. Sobre la crisis opina: «Si ofreces un buen producto, la gente lo acepta». No ha bajado los precios pese a la inseguridad económica actual. «Además, los precios cuelgan de los cuadros, no hay que acudir a listas».
La oferta más variada es la de Toni Dionís, de Bennassar. Exhibe las esculturas de Joan Barrantes y cuadros de autores jóvenes o consagrados de la Isla a precios populares: entre 400 y 2.500 euros. Así, se puede contemplar a la joven promesa de Sa Pobla Maria Antònia Mir, a los también jóvenes pintores pollencins Aina Cifre y Toni Font, y a Luis Vidal, Jesús Coyto, Xavier Busquets, Joan 'Peix', además de Mompó.
Finalmente, las artistas Laura Romero y la ibicenca Doralice Souza rompen los moldes en el stand de la galería La Real con un montaje fresco, atrevido y crítico «para hacer pensar», dicen, dentro del programa Young Art. «¿Crisis? Las galerías pequeñas siempre estamos en crisis. Nos dirigimos a un público joven, de 30 a 45 años, profesionales liberales, y no nos afectará tanto. Intentamos ser creativas con una vídeo instalación que está enganchando a la gente», señala su responsable, Victoria Aguiló.
Bàrbara Galmés, consellera de Cultura del Govern, visitó ayer la feria destacando el «alto nivel y la importante oferta» de las galerías mallorquinas. Entre las obras que le llamaron la atención, las de Miró, Pedro Txillida y la «innovadora y diferentes» propuesta de la galería La Real.
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