La compañía Puntiapart, durante un ensayo en 2008 de la pieza 'Mesogeios Thalassa'.

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La morosidad de los Ajuntaments está golpeando a los empresarios de todos los sectores y, especialmente, al de las artes escénicas, que siempre ha sido muy débil. El retraso de estos pagos ha provocado que, ayer, la compañía profesional de danza Puntiapart, dirigida por Carlos Miró, enviase un manifiesto para denunciar la situación y dejar claro que «no pedimos ayudas institucionales, sólo que se nos pague el trabajo en el mismo momento en el que lo hemos realizado». Según opiniones pulsadas por este periódico, el malestar es compartido por muchos otros empresarios del mundo de la música y la danza que se han visto afectados por impagos que se alargan hasta casi un año.

En el citado manifiesto reivindican «que las pocas actuaciones de danza programadas por los teatros públicos se vean remuneradas el mismo día de la actuación». Para ello, solicitan «la inmediata creación de un convenio que asegure el cumplimiento de nuestra demanda y que cree una seguridad en un sector tan injustamente tratado».

Estos profesionales de la danza recuerdan que son empresas legalmente constituidas y que pagan sus impuestos.
Aunque no es el caso de los profesionales contactados, se sabe que algunas compañías que han exigido sus derechos ante Administraciones públicas han sufrido presiones y veladas amenazas de que no serían contratadas.

Pasodos
Gavin Depaor, de Pasodos, explicó ayer que «como compañía de danza estamos obligados, moral y legalmente, a pagar a todos los bailarines. Sin embargo, la mayoría de los Ayuntamientos tardan en pagar y eso dificulta la realización de espectáculos. Si en el auditorio Sa Màniga nos extienden un cheque después de cada espectáculo, ¿porque no pueden hacerlo el resto?».

Mariantònia Oliver
Mariantònia Oliver dirige la compañía que lleva su nombre. Ésta es su experiencia: «La realidad es que, después de dos meses, el plazo indicado por las Administraciones para el pago de las actuaciones, si no cumplen, no pasa absolutamente nada. Una de las explicaciones es que el pago, por ejemplo, de las ayudas del Govern correspondientes al año 2008, no se puede efectuar al no disponer de dinero ya que depende del traspaso del Gobierno central; otro misterio es el disponible del Consell Mallorca, y pasan los meses. Así con cualquiera de los Ayuntamientos».

Au Ments
Tomeu Gomila, codirector con Andrea Cruz de la compañía de danza y teatro gestual Au Ment, tiene opiniones muy claras respecto a la situación del sector: «Es muy difícil consolidar el sector profesional de la danza y mantener un buen nivel artístico nacional e internacional sin una base sólida por parte de instituciones y Ayuntamientos. Dignificar y potenciar el trabajo de los profesionales de la danza y teatro gestual no significa hacer grandes actividades de promoción, sino respetar los plazos de pago de actuaciones realizadas para poder asegurar la continuidad de las compañías y los trabajadores del sector. El sueldo de los artistas se hace con los cachés de las actuaciones realizadas, y si estas se retrasan en el pago no se puede mantener un equipo de trabajo sólido y con un buen nivel creativo».

Res de res
Biel Jordà, codirector de Res de Res, cree que «las Administraciones públicas podrían ayudar mucho más. Como tardan en pagarnos, tenemos que vivir a cuenta de los créditos que pedimos a los bancos y terminamos acumulando deudas enormes. Además, con la crisis se ha acentuado el retraso de los pagos y se multiplican el número de compañías que lo sufren».

ABETD
Pere Mestre, presidente de la Asociación Balear d'Empreses Productores de Teatre (ABETD), es consciente de que «existe un problema a nivel nacional». «Exigir que te paguen al momento es demasiado inmediato, pero sí en unos plazos razonables. Es importante que se cumpla lo pactado. Hay mucha burocracia y habría que simplificar. Ganaríamos todo».

En la Federación Estatal de Asociaciones de Empresas de Teatro y Danza (FAETEDA) están estudiando este problema e intentarán, casi seguro, llegar a algún tipo de acuerdo para que, si los pagos siguen retardándose, «al menos se nos pueda garantizar a las pequeñas empresas de teatro que los bancos vayan a dar créditos, porque, últimamente, resulta muy difícil incluso si tienes facturas de espectáculos pendientes de cobrar», explica Jordà.

La citada entidad también se plantea solicitar que las instituciones que pagan tarde se hagan cargo de los intereses que las compañías tengan que pagar a los bancos.