TW
0
MARIANA DÍAZ Varios técnicos del Ministerio de Cultura se desplazaron ayer a Palma para comenzar una inspección en el Museu de Mallorca. El hecho fue confirmado a por un portavoz de la Conselleria de Cultura del Govern, que gestiona el centro.

Ultima Hora

Según ha podido saber este diario, se trata de tres técnicos del Servicio de Inspección del citado ministerio que, en su primera jornada en el museo, se dedicaron a solicitar información variada y sobre los depósitos de material arqueológico, extremo sobre el que la directora del centro, Joana Maria Palou, declinó hablar remitiendo a la Conselleria. Desde allí explicaron ayer a este diario que «cuando estallaron las denuncias de los arqueólogos contra la directora del museo, fue ella misma quien informó a la consellera [Barbara Galmés] de la existencia de este servicio».

Siempre según el portavoz de la Conselleria, «Joana Palou le dijo a la consellera que no tenía nada que ocultar». Fue así como Galmés, «en la carta que escribió al Ministerio informando de la situación [generada por las denuncias de los arqueólogos], pidió su colaboración».

De este modo «se puso en marcha este mecanismo» que, por otra parte, irá en paralelo a otro que comienza hoy. Se trata del proceso de evaluación interna que cada uno de los museos, bibliotecas y archivos que dependen del Govern, incluido el Museu de Mallorca, hará sobre su propia gestión en colaboración con la dirección general de Qualitat del Govern. Este análisis lo hará personal de cada centro, "nueve trabajadores de los distintos niveles de cada uno de ellos", en base a unos criterios determinados que vienen dados por el llamado sistema CAF de las administraciones públicas. «En función de los resultados», la Conselleria puede solicitar una evaluación externa o no.

Desde Cultura del Govern apuntan que la evaluación que se inicia hoy «ya se contemplaba» en su «Plan de Centros» como uno de sus «ejes estratégicos» para la mejora de estas infraestructuras. Por su parte, Martorell dijo que «nosotros no investigamos en base a denuncias de particulares», en clara referencia a los arqueólogos que denunciaron a Palou.