TW
0
MARIANA DÍAZ Controvertido y carismático; minimalista y clásico a la vez. Así era el fotógrafo estadounidense Robert Mapplethorpe, de quien el pasado 9 de marzo se cumplieron 20 años de su muerte, y cuya obra se expone en Es Baluard. Se trata de una retrospectiva en colaboración con la fundación que lleva el nombre del artista, el Centro de Arte Contemporáneo de Málaga y la galería TR3 de Ljubljana (Eslovenia). La muestra se inaugura hoy con 93 fotografías que ilustran el universo iconográfico del artista.

Flores; retratos; autorretratos; escenas de sexo sadomasoquista; la anatomía del cuerpo humano, especialmente del hombre negro americano; las esculturas clásicas o, ya al final de su vida, cuando el sida no le permitía salir, los «objetos que le rodeaban en su casa». Éstos son los temas que trabajó Mapplethorpe en sus imágenes en blanco y negro.

A la presentación de la exposición acudieron ayer Michael Stout, presidente de la Fundación Mapplethorpe y amigo personal del artista, así como Jill Silverman, crítica de arte y coordinadora de la muestra. La vida del fotógrafo, según explicó Stout, cambió radicalmente cuando, en 1986, le diagnosticaron la enfermedad. Fue entonces cuando puso en marcha la creación de la fundación con dos objetivos: «La lucha contra el sida y el apoyo a la fotografía desde el ámbito institucional», labores que, junto a las exposiciones itinerantes de sus imágenes, constituyen la continuación de su legado.