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A. LARGO Aún no se ha sentado a escribir, pero ya tiene en mente dos nuevas historias cinematográficas. Jaime Rosales, cuya película La soledad triunfó en los Goya de 2008, (Barcelona, 1970) proyecta un trabajo «ambicioso» que espera rodar entre España, Francia y Japón. Serán dos largometrajes en los que desea trabajar a la par, aunque sin conexión argumental, y presentar en un mismo año. Posiblemente, 2010.

El realizador catalán estuvo ayer en Palma recordando su primera película, Las horas del día, rodada en 2003. El filme pudo verse en la sala Augusta con motivo del ciclo Cinema d'Autor de la UIB.

Rosales experimenta seis años después un proceso de reconciliación con este trabajo. «Cuando termino una película no me gusta. Al empezar a rodar, uno tiene ideas e ilusiones que le gustaría que estuvieran en la película y cuando la termina es una decepción tras otra. Con el paso del tiempo, estas ideas e ilusiones están, mágicamente, en la películas y los espectadores lo ven. Esto es bonito».

Aunque Las horas del día le parecía una película «tremendamente rara», hoy percibe como positivos sus elementos vanguardistas y le satisface su clasicismo. Una forma de hacer cine que también observa en los directores jóvenes.

Después de La Soledad, Jaime Rosales se embarcó en Tiro en la cabeza, un filme en el que «no hay nada de entretenimiento», con el que pretende generar «cambios de conciencia» y con el que ha tenido algún problema. «Las reacciones fueron fuertes en el País Vasco y en Francia por su estética y su contenido». «Insultos, críticas tendenciosas y profundas tergiversaciones». Sin embargo, en Cuba, Rosales aprendió la idea de la resistencia. «Creo que es importante resistir a lo que venga», dice el director, que está casado con Leonor March.

Considera que las personalidades se forman por una acumulación de experiencias, que el cine siempre ha estado en crisis y que la calidad de la producción audiovisual depende del talento y éste no lo generan los políticos con sus herramientas. Pone como ejemplo al mallorquín Rafa Cortés. «Hizo una gran película, que le costó mucho, pero con mucho esfuerzo llegó a hacerlo».

Rosales elogia el último trabajo de Pedro Almodóvar, Los abrazos rotos. «Me cuesta entender por qué no se levalora en España, las críticas han sido, incluso, negativas», sostiene.

Jaime Rosales no tiene claves para el éxito. «El éxito de una película llega cuando consigue las razones por las cuales se ha hecho». A veces sólo es cuestión de tiempo, incluso para un inconformista como Rosales.