En la imagen se puede apreciar la longitud del trozo de la muralla renacentista hallada ayer en la Plaça de la Porta de Santa Catalina. Foto: JOAN TORRES /TERESA AYUGAArriba se puede apreciar cómo la muralla estaba a escasos centímetros por debajo del asfalto.

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ANA LARGO

Un lienzo de ocho metros de la muralla renacentista, proyectada en 1575, ha sido localizado durante las obras de remodelación que se están llevando a cabo en la Plaça de la Porta de Santa Catalina de Palma, bajo seguimiento arqueológico, y que comenzaron el pasado 16 de abril.

El hallazgo, que «era previsible», se produjo ayer mientras se trabajaba en la extracción de cableado. De inmediato, se informó y se puso al corriente a los responsables de Patrimoni, que hace varios días y ayer mismo visitaron el lugar.

Según explicó la arqueóloga que sigue las obras, Maria Llinàs, éstas «continuarán para tratar de documentar un plano topográfico» con el que establecer la ubicación real de la muralla y su recorrido exacto, algo que de momento, y a pesar de la documentación histórica, no se ha podido definir. Eso sí, el trozo de muralla hallado «conectaría hasta Es Baluard y se extendería hasta el puente [la Porta de Santa Catalina]».

Los ocho metros de restos se encontraban prácticamente debajo de la capa asfáltica y se han descubierto 0'8 metros de su alzado para comprobar, finalmente, que su estado es «bueno». Maria Llinàs precisó, sin embargo, que la muralla sólo se podría encontrar afectada «por intervenciones puntuales de cableado de iluminación y de otros servicios públicos».

La muralla no fue lo único que se encontró ayer. La arqueóloga confirmó que se han hallado otras estructuras, aunque descartó hacer ningún tipo de hipótesis sobre qué pueden ser. Sin embargo, en algún momento se citó la posibilidad, sólo la posibilidad, de que fuera un polvorín. Para certificarlo o descartarlo, las tareas van a continuar en la zona durante los próximos días. Además, tratarán de averiguar cuál es el recorrido de ésta, pero, eso sí, salvaguardando y protegiendo los pinos de la plaza.

Paralelamente, se trabajará en la protección de la muralla. Para ello, se cubrirá con «una tela sintética neutra y, posteriormente, con un material neutro de arcilla», dijo Maria Llinàs.

Las obras de este proyecto de rehabilitación, financiado con el Fondo Estatal de Inversión Local, deben finalizar el 31 de diciembre, aunque de algún modo los trabajos se verán ralentizados. El regidor d'Infraestrutures, Francisco Donate, reconoció que «cierto retraso habrá», aunque confió en que no habrá «ningún problema» para finalizar a tiempo. El Ajuntament de Palma está estudiando ahora de qué modo se pueden integrar los restos hallados al proyecto final, cuyo coste asciende a 1'5 millones de euros.

El arquitecto municipal Federico Climent (abajo, en la imagen) explicó ayer que hay «muchas soluciones» para integrar y conservar los restos en el proyecto. Así, apuntó que, entre otras soluciones, se podrían situar pozos con vidrios para poder contemplarlos, o trazar con una línea, a modo de graffiti, el recorrido de la muralla. Sin embargo, en relación a un posible aumento del presupuesto, indicó que finalmente éste dependerá de la solución adoptada.

Francisco Donate manifestó ayer la «alegría» por este descubrimiento y por su estado de conservación. El regidor añadió que los hallazgos «enriquecerán el proyecto» de remodelación de la zona.

Está previsto que estas obras de reforma eliminen la mitad de los actuales aparcamientos en superficie y restrinjan el tráfico rodado. Además, se cambiará el alumbrado, se soterrarán los contenedores y se mejorarán los accesos al Museu Es Baluard.