El arquitecto Rafael Moneo destacó la propuesta del nuevo edificio como «muy sencilla y complementaria del edificio principal». Foto: M.A.CAÑELLAS

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JOANA NICOLAU

El arquitecto Rafael Moneo presentó ayer a la Comisión Ejecutiva las líneas básicas del proyecto de ampliación de la Fundació Pilar i Joan Miró de Palma.

El proyecto consiste en un edificio funcional y de servicios, con unos 2.000 metros cuadrados útiles, a realizar en el solar de unos 900 metros de planta que actualmente ocupa el aparcamiento. Con esta esperada ampliación, el edificio principal ganará nuevos espacios expositivos.

En palabras de Moneo, la nueva construcción «complementa el edificio principal sin restarle ningún tipo de protagonismo». Muy a grandes rasgos, se articula a partir de «un patio inglés». Es decir, un patio interior, que ofrecerá mucha luminosidad a lo que serán las nuevas dependencias administrativas y el departamento de didáctica y colecciones. Además de estos departamentos, que ocuparán unos 600 metros cuadrados, en su parte posterior el edificio albergará un aparcamiento para unas setenta plazas, veinte más que el actual.

El proyecto se culmina con un pequeño 'apartamentito', principalmente destinado a los artistas invitados a impartir talleres en Son Boter, y un almacén búnker de aproximadamente 800 metros cuadrados para custodiar las obras de la Fundació Pilar i Joan Miró.

El nuevo edificio estará conectado con el actual a través de un túnel subterráneo, de servicio, que atravesará la carretera. Este túnel se ha tenido que proyectar a unos tres metros de profundidad debido a la existencia de un colector de aguas.

En palabras de Rafael Moneo, «el nuevo edificio es muy sencillo, complementario del ya existente, y visualmente apenas sobresale más de un piso al haberse aprovechado de forma importante las pronunciadas pendientes del solar».

La propuesta presentada por Moneo fue valorada por la regidora de Cultura del Ajuntament de Palma y presidenta de la Fundació Miró, Nanda Ramon, «con muy buenos ojos» y, en los próximos días, se analizará «más al detalle» para evaluar posibles carencias.

En relación a los cambios que tendrán lugar en el edificio principal, la regidora Ramon apuntó que de momento no se ha tenido tiempo para pensar en ello, aunque el considerable espacio que se ganará permitirá «jugar con muchísimas posibilidades». Para todo ello la fundación cuenta con el arquitecto mallorquín Antoni Marqués, colaborador de Moneo.

Las directrices de este proyecto de ampliación serán sometidas a aprobación de la Comisión Ejecutiva en la próxima reunión, que se celebrará el día 5 de junio y, según Rafael Moneo, «si no hay grandes cambios», antes de verano podría tenerse redactado el proyecto básico.

Moneo, autor también del edificio principal, inaugurado en el año 1992, se mostró contento con su conservación, aunque hizo especial incidencia en la belleza del gran jardín de la fundación.