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ARNAU BUSQUETS Con una buena dosis de inspiración autobiográfica y ganas de recordar un momento histórico que poco a poco vamos olvidando, Miquel López Crespí vuelve al contexto de la Guerra Civil en su última novela, Els crepuscles més pàl·lids, con la que el escritor y poeta ha ganado el Premi de Narrativa Alexandre Ballester 2009.

En esencia, la novela cuenta la historia de un militar republicano que llegó a Sa Pobla como prisionero y se enamoró de una mallorquina de familia conservadora y acomodada. López Crespí no tuvo que buscar la inspiración muy lejos, ya que se trata de la historia de sus padres. Así, la novela combina «literatura de recuerdos personales» con la historia, para reflexionar sobre las relaciones y contradicciones entre mundos diferentes. En el relato se describen los últimos coletazos de la citada guerra y la «crueldad de los vencedores», que reprimía «la firme resistencia y dignidad de los perdedores», explica el autor. Otro ingrediente esencial de la novela es la vida en las prisiones republicanas, que recibieron reos en diferentes tandas, y los utilizaron para construir carreteras o fortificaciones. Después, «la mayoría se fue integrando muy bien, y muchos se casaron con mallorquinas». El amor sirve de hilo conductor para apuntar las «diferentes visiones de la guerra», o las causas por las que los «fascistas» se impusieron.

Este año López Crespí ha publicado el poemario Espais secrets, donde ha mantenido los temas de siempre -«los mismos que hace 2.000 años»- y los ha envuelto con una mayor simplicidad verbal. Optando por un estilo «sin florituras», pretende «que cualquiera lo pueda entender». Convencido que a veces todo poeta suele complicar su lenguaje innecesariamente, y con ganas de «depurar» algunos aspectos de su estilo, ha prescindido de «trucos profesionales que llevan al barroquismo». La experiencia, está claro, no está reñida con la experimentación.