El guitarra David Otero, el cantante Dani Martín y el bajista Chema Ruiz forman actualmente El Canto del Loco.

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Cuando el 7 de junio El Canto del Loco (ECDL) toque en el párking de Son Moix, no habrá pasado ni un año desde su última visita a Palma. Pero sus seguidores no deberían dejar pasar la cita: aunque no se presenta como despedida, sí llega bajo el significativo título de ¡Hasta luego! La pequeña hija del guitarrista David Otero, que reclama la atención de su padre mientras Ultima Hora le entrevista, es una de las razones que llevarán al grupo a tomarse un descanso de final incierto.

-Cuando Los Rodríguez dijeron Hasta luego ya no volvieron... ¿Qué pasará con ECDL?

-De momento pararemos, y después ya se verá que hacemos.

-¡Vaya misterio!

-Nunca se sabe lo que va a pasar. Ahora lo que tenemos claro es que queremos parar. Pero creo que, hagamos lo que hagamos, lo que ha hecho El Canto del Loco siempre va a quedar ahí para la gente.

-¿Se han cansado?

-Llevamos diez años, y no hay que agotar al público. La gira de Personas ya dura dos años. ¡He tenido dos semanas de vacaciones en un año! Son temporadas muy intensas que no te dan tiempo para nada. Pierdes la referencia de un montón de cosas, y al final te apetece estar tranquilo en casa con la familia. Los tres estamos metidos en cosas diferentes, aparte del grupo, y necesitamos tiempo.

-¿En una década, su relación se ha vuelto profesional?

-No. Más íntima. Nos llevamos de puta madre, y nos vemos por gusto, no por obligación.

-Parece que incluso ustedes notan la crisis...

-La gira es más corta que el año pasado. En 2008 hicimos 68 conciertos, y este año cuarenta y pico. Hemos cambiado en cuanto a montaje y sonido. La escenografía es diferente, pero igual de espectacular, y el repertorio es completamente distinto. Tocamos una canción diferente en cada sitio, que solemos decidir el mismo día. Así es más divertido, y ofrecemos una cosa especial a la gente, sobre todo a los que han venido a varios conciertos nuestros.

-Han hecho una colaboración con la radio argentina La Colifata, donde trabajan pacientes psiquiátricos.

-Ha supuesto entrar en un mundo que desconocíamos. Son gente que socialmente reciben el trato de locos, pero que son más receptivos y sensibles que nosotros. Ellos han hecho un estudio sobre ECDL. De esta colaboración ha surgido un CD-DVD recopilatorio que saldrá en noviembre o diciembre, y que hemos grabado parte aquí y parte en Argentina. Es una especie de documental-videoclip gigante de muchos temas.

-En esta gira ya dan un tunning a algunas canciones.

-Por ejemplo, Un millón de cicatrices la hemos hecho menos roquera, más tranquila. Otras se han vuelto acústicas. A la gente eso le gusta porque le refresca.

-Y a ustedes también...

-¡Pues sí! Hay canciones, como Contigo, que llevamos tocando ¡ocho años! De esta forma las renuevas y te dan unas ganas nuevas de tocarlas. Tampoco las hemos convertido en jazz, pero sí tienen un nuevo tiempo, tono o estructura.

-Al principio les tachaban de grupo para quinceañeras. ¿Cómo ha sido madurar en público?

-No pensamos mucho en eso. Nosotros somos un grupo para todos los públicos, que le gusta tanto a mi sobrino y sus amigos como a cualquier pescadero. Siempre hemos contado lo que queríamos y sentíamos. Creo que el secreto ha sido mantenernos fieles a nosotros mismos. Con el tiempo, la gente ha descubierto que ECDL es más de lo que se pensaba.