Los primeros visitantes de la feria ya compraron libros ayer. Foto: JOAN TORRES

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La XXVII edición de la Fira del Llibre, que desde ayer ha vuelto a convertir el Passeig des Born en el 'centro literario' de Palma, comenzó con una bofetada a la política cultural de la Isla. El escritor, periodista y músico Carlos Garrido, encargado del pregón, ya avisó hace días que no ofrecería un discurso complaciente. Y ayer cumplió su palabra con creces. Ante las responsables de la política cultural -las conselleras Bàrbara Galmés y Joana Lluïsa Mascaró y la regidora de Cort Nanda Ramon-, Garrido criticó que los gestores culturales locales tengan «un proyecto que tiene mucho de formalista y vanidoso, pero poco de práctica».

Ante un público mayormente político, el pregonero recriminó el alejamiento entre la «cultura oficial, que no sirve para nada», y la «cultura real y popular». En este sentido, apuntó que no sirve de nada «hacer virguerías si no tenemos una base», y censuró la premisa según la cual «no hay que hacer cosas si ya sales en los medios de comunicación». Garrido reprochó que «toda la industria cultural depende de las subvenciones. Sin ellas, desaparecería». Así, la verdadera función de las instituciones es «crear un público formado, inteligente y exigente. No es necesario que se esfuercen tanto en viajar y hacer presentaciones», sentenció.

IB3 no se salvó de los balazos. La «mal llamada televisión autonómica representa la ausencia de un sustrato cultural de calidad», afirmó el periodista, quien además observó que el canal público nunca recibe críticas en otros medios, «algo que sólo pasa en Corea del Norte».

Al acercarse al atril, Garrido había roto los papeles en los que tenía impreso su pregón. Improvisó su discurso al constatar que «la filtración del texto le quitaba sorpresa». Galmés, que escuchó el pregón con una sonrisa imperturbable, leyó animadamente un texto que casi pareció contestar a algunas de las frases de Garrido. El discurso que leyó Mascaró, más seria, también hizo alguna referencia a las líneas del pregonero. Las palabras espontáneas de Ramon no olvidaron recordar la política de «proximidad y acciones concretas de Cort, simbolizada por el 25º aniversario de la Xarxa de Biblioteques».

Las 26 casetas que forman la Fira de este año estarán abiertas hasta el 7 de junio. Ayer los libreros comenzaron las ventas, confiando en repetir los buenos resultados de la Setmana del Llibre y de Sant Jordi. Durante el fin de semana, las presentaciones y firmas de autores se animan con varias actividades lúdicas.