Un centenar de personas acudieron al homenaje que tuvo lugar en el Espai Mallorca. Foto: CARLES DOMÈNEC

TW
0

CARLES DOMÈNEC x BARCELONA

Si el tiempo pone todo en su lugar, entonces la figura de Baltasar Porcel, fallecido el pasado 1 de julio, es muy probable que se engrandezca aún más con el recuerdo de su legado literario. Una nueva prueba de ello fue el homenaje que el Espai Mallorca le rindió ayer ante un centenar de personas.

El acto consistió en la lectura de una selección de textos de Baltasar Porcel por parte de escritores y allegados al homenajeado, y una proyección de instantáneas que el fotógrafo Antoni Catany tomó durante sus primeros reportajes junto al escritor de Andratx.

Los hijos y la viuda de Porcel acudieron al acto. Su hijo Alexandre leyó un fragmento de la novela L'emperador o l'ull del vent y recordó a su padre como «un novelista capaz de crear atmósferas muy potentes y cautivadoras». Maria Àngels Roque subrayó: «Fui su compañera durante 40 años», y leyó un poema del italiano Giacomo Leopardi que forma parte de Els dies immortals.

Amigos y escritores se sumaron a este sentido homenaje. El escritor Bartomeu Fiol leyó un artículo publicado en Diari de Balears y mantuvo que «Porcel ha servido a la cultura más que nadie en su tiempo». Fiol aseguró que «los amigos se mueren, pero los escritores, no». Asimismo, Sebastià Alzamora destacó «la relación intensa de Baltasar con la poesía», y pronunció un fragmento de Les primaveres i les tardors.

También asistió al acto Josep Massot i Muntaner, responsable de las Publicacions de l'Abadia de Montserrat, quien recordó «las colaboraciones con la revista Serra d'Or, primero como articulista y después con una serie de entrevistas que acabaron siendo muy celebradas». La cantante Maria del Mar Bonet rememoró los tiempos de niña en los que «mi hermano Joan Ramon y yo siempre esperábamos que Porcel llegara a casa para jugar con él».

El periodista Vicenç Villatoro enfatizó «su relación entre la realidad y el mito», y recurrió a Els argonautes mientras que Melcior Comes recordó: «La primera vez que lo vi fue cuando le traje mi primera novela a su casa de Valldoreix». Comes calificó a Porcel como «una persona extremadamente divertida» y mantuvo que «la última parte de su obra es una verdadera maravilla».

Antoni Planas, coordinador general del Institut d'Estudis Baleàrics y biógrafo de Porcel, habló de «la importancia que dio a los cambios en Mallorca con la llegada del turismo de masas».

Entre otros participantes al homenaje destacaron Fanny Tur, codirectora en Balears del Institut Ramon Llull; Rosa Cabré, amiga íntima de Porcel y experta en su obra; Joana Lluïsa Mascaró, consellera de Cultura i Patrimoni; las escritoras Carme Riera, Vinyet Panyella y Susanna Rafart, o los escritores Emili Rosales y Manuel Forcano.