Los visitantes, ayer en una de las estancias de Can Prunera, que acoge una colección de obras de Cándido Ballester.

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El arte de Can Prunera ya es de dominio público. El casal de Sóller, inaugurado el lunes como Museu Modernista, celebró ayer la primera de las seis jornadas de puertas abiertas que permiten vistitar gratuitamente este edificio-joya. Más de un millar de personas se pasearon ayer sus cuatro plantas, en las que la arquitectura y decoración modernista se hermana con obras de importantes artistas de los siglos XIX y XX como Anselm Kiefer, Matisse, Miró, Toulouse-Lautre o Kandinsky.

«Estamos en s'Arenal de vacaciones y hemos venido expresamente para ver la casa. Es una maravilla», comentó el alicantino Luís Navarro. Como él, muchos turistas se desplazaron hasta el municipio de la Vall. María y Rosa, de Cantabria, se mostraron asombradas ante «los muebles de época, el suelo hidráulico, las lámparas, la madera noble... Se nota que la familia que la construyó era pudiente». «Está claro que el proceso de restauración ha sido muy cuidadoso», afirmó una familia andaluza al observar las pinturas que decoran paredes y techos.

«Es fantástico», comentaban Brigitte y su hija Francesca, alemanas, observando los cristales trabajados en arena. «Es un edificio mágico con una colección espectacular», afirmó John, inglés, refiriéndose a las obras expuestas en Can Prunera, entre las que también hay piezas de artistas locales como Jaume Mir, Horacio Sapere o Xam. «Son una joya», dijo Kirstin Salen.

Turistas locales

Los sollerics tampoco quisieron esperar para visitar el casal. «Lo conocía desde pequeño, y me parece una excelente idea convertirlo en museo», apuntó Ramon Reinés. Ewan Murray recordaba ayer cómo hace décadas su familia acudía a Can Prunera a pagar el alquiler de la casa en la que vivían: «Recientemente la casa se estaba deteriorando, y es fantástico que la hayan restaurado. Hay que conservar el patrimonio histórico», comentó. Muchos, como Pep Riera, de Binissalem, «fueron expresamente». «Es muy importante que una institución privada invierta en un espacio de uso público», reseñaba Albert Frau mientras paseaba por los jardines interiores del casal.

El Museu Modernista de Can Prunera, situado en el céntrico carrer Lluna de Sóller y propiedad de la Fundació Tren de l'Art, se podrá visitar gratuitamente hasta el 30 de agosto, entre las 10.30 y las 18.30 horas.